Ya es hora de ganar y convencer en Zorrilla

Valladolid

Varios partidos en poco más de un mes en el estadio Zorrilla. Sin público, sí, pero en casa. Todos ellos buenas oportunidades para sumar, para escapar todo lo posible de la zona baja de la tabla. Primero llegó el Barcelona. En crisis, con problemas para ganar lejos del Camp Nou, y se paseó en Zorrilla. Después fue el Valencia, en el fin de semana de la nevada. Parecía otra nueva ocasión para ganar a un rival directo y que llevaba mucho tiempo sin sumar una victoria lejos de Mestalla. Ganó el Valencia. Otra decepción. Una semana después apareció el Elche, otro rival en caída libre. Los alicantinos se pusieron 0-2 y de milagro solo se llevaron un empate. Otra decepción. Y lo último la Copa, con el Levante, con el resultado que todos conocemos. Conclusión, casi es mejor que los aficionados se eviten cada dos por tres el trago de subir ilusionados al estadio para volver a casa siempre decepcionados. De hecho, este año solo dos victorias como local. Pero es que las dos temporadas anteriores se saldaron con cinco triunfos del Real Valladolid en Zorrilla en cada una de ellas. Un balance muy pobre.

Y mañana llega el Huesca, la enésima oportunidad de volver a ganar. Llega el colista, que solo ha ganado un partido, que tiene trece puntos. Que ha tenido que cambiar de entrenador y que si pierde en Valladolid quedará a la friolera de diez puntos de los de Sergio. Y la frase que más se me ocurre, dicha de forma suave, es 'Ya es hora de ganar de una… vez y de convencer en Valladolid'. Porque imagino que es la misma frase, suavizada, que se dirán a sí mismos los aficionados. Si después de no ganar a Alavés, Eibar, Levante, Celta, Elche, Valencia, Barcelona, Real Sociedad y Levante en Copa, si el Real Valladolid no gana mañana al Huesca, será para hacérselo mirar.

Y eso no quiere decir que el Huesca de Pacheta lo vaya a poner fácil, no. Será un enemigo como lo fue el Elche de la pasada campaña y como lo fue el conjunto aragonés la pasada semana ante el Villarreal. Pacheta tenderá la trampa de cerrar espacios, de juntar gente atrás para sorprender cuando pueda. El Valladolid tendrá el balón y la iniciativa pero no puede cometer los errores de bulto de cada jornada en defensa. Deberá ser ordenado, madurando poco a poco al rival, pero sin regalar. No será día para tanto fallo individual. No es comprensible que en Primera División, semana tras semana, se cometan pifias de Tercera. Confiémos, pues, en que por fin, de una vez, vayamos a ver al Valladolid solvente, seguro atrás y resolutivo arriba. Creo que la afición ya lo merece y el equipo sigue en deuda.

Y mientras sigue el mercado abierto. La llegada de Kodro desde el Athletic no ha entusiasmado pero el jugador merece el beneficio de la duda para ver si recupera su mejor versión. Y sí ilusiona, y mucho, Lucas Olaza. Sería un gran fichaje para cubrir una posición muy endeble ahora mismo. Un buen broche para cerrar un mercado soso y con pocos movimientos en el fútbol español. A ver si hay suerte.

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