Cuadro Masculino
Top Tiers Nadal Por detrás de Federer en cuanto a la calidad de su raqueta, Nadal encarna la virtud de todo lo que no sea un golpe extremadamente angulado. Tiene menos definición que el suizo, pero mucha más velocidad de piernas, resistencia y fuerza en los golpeos. El hecho de que sea zurdo se ha plasmado de forma fidedigna, cambiando bastante el juego que hemos de desarrollar en pista para superarle cuando jugamos contra él.
El problema de Nadal es que, dada la construcción de la mecánica de juego, debemos arriesgarnos a subir a la red o a jugar bolas muy arriesgadas si no queremos que sus partidos se eternicen hasta lo indecible (especialmente si jugamos en un modo alto de dificultad). No encaja bien la dupla defensor/atacante sobre la pista.
Federer Es el mejor tenista del juego, también el más completo. Puede lanzar bolas muy anguladas, tiros potentes, duros saques, voleas imparables
Su único defecto es el físico, ya que no corre en demasía ni tampoco pelea todas las bolas cuando competimos contra la IA.
Si lo controla un humano es preferible que estemos pendientes de las bolas muy anguladas cerca de la red. Muy versátil y útil en todas las superficies.
Djokovic Un jugador típicamente de fondo de pista. Luchador, atacante, le gusta dominar los puntos y moverse poco. Su potencia física, al igual que sucede con Federer, le juega malas pasadas cuando un jugador como Nadal se empeña en demostrar su incapacidad para resolver situaciones de gran complejidad (cuando el marcador va por detrás).
Muy versátil. Útil en todas las superficies, aunque especialmente demoledor en indoor.
Murray El juego destaca su fuerte revés, pero su grandeza radica en las bolas cortadas y el cambio de ritmo que imprime a los partidos. No tendremos tiempo de fijarnos demasiado en esto, ya que manda auténticos cañonazos de lado a lado sin compasión por el rival ni por los espectadores.
Murray es potente, un jugador muy físico y habilidoso, aunque su punto débil radica, como suele ser habitual, en los cambios de orientación sobre la marcha. Trata de jugarle largo para vencerle e ignora los consejos que ofrece el juego en cuanto a su colocación en pista.
Resto del cuadro
Roddick Poco se puede decir que no se sepa del americano. Si fuerte es el ataque rápido y el saque. Especialmente lo segundo.
Del Potro Jugador alto capaz de mandar bolas a gran velocidad. Bastante malo con los restos y con bolas muy técnicas, es un jugador fuerte, resistente, duro de pelar si somos tenistas defensivos. Atento también a sus saques.
Monfils El francés, uno de los queridos del circuito, es un adalid de la velocidad y resistencia, aunque gusta mucho del juego cerca de la red.
González Se apoya mucho sobre su derecha aun cuando su juego es, en general, bastante pobre en comparación al resto de tenistas de élite que aparecen en el juego. Si juegas con él has de aprovechar siempre su derecha, tratando de jugar liftado con el revés. Si juegas contra él, acuérdate de romper su potencia física a base de bolas largas y con bastante altura.
T. Haas Haas no es uno de los jugadores destacados del circuito, pero sí es uno de los que mejor ejemplifica el juego táctico: bolas cortadas, muy colocadas. Cualquier tenista físico acabará con él en un abrir y cerrar de ojos, aunque su empeño por devolver bolas a veces nos hará temer que es imposible de superar a través de los métodos tradicionales.
Kohschreiber A este alemán le gusta combinar un estilo de juego potente con una versatilidad poco habitual en un jugador de su estatura. Se mueve con velocidad, resta con fuerza, no le tiene miedo a la red. El problema es que no destaca en ninguna de estas facetas, lo que le convierte en un jugador bastante recomendable para quienbusque un juego completo en todos los sentidos a modo de aprendizaje.
Seppi Al italiano le pasa lo que a Haas, que maneja muy bien la bola pero no es suficiente para plantar cara a los pesos pesados del circuito. Su gran altura le permite sacar con fuerza, además de ser bastante rápido en el circuito. Si aprendemos a manejar su variedad de golpes podremos hacer daño, siempre y cuando apostemos por un tenis frío y calculador.