Battlefield: Bad Company
Battlefield: Bad Company, guía completa - Rescatar a la patrulla
Te ayudamos a sobrevivir en la Bad Company.
Llega hasta el monasterio.
La cosa sigue poniéndose muy difícil, así que asegúrate de que munición no te falta y que tu salud está en un estado óptimo.
Sal y mata a un par de enemigos en las escaleras. En el exterior, ahora sí deberás matar a TODOS los enemigos para poder avanzar, pues no podrás sobrevivir con ellos tras tus pasos. Es muy importante que te cubras y que provoques el caos allí por donde vas, pues eso te podría dar unos cuantos puntos de ventaja. El resto de consejos los puedes coger de anteriores tiroteos multitudinarios, que se acoplan perfectamente a este objetivo.
Hay que señalar que no se te presentarán todos los enemigos de golpe, así que cuando hayas matado a un grupo de ellos, deberás avanzar hacia el monasterio y reanudar la lluvia de plomo. No hay ninguna complicación para seguir el camino, excepto en una parte en la que hay una presa: antes de cruzar, coge el iluminador láser de la azotea del edificio que hay justo al lado de la rampa que te lleva al agua estancada. Para matar a los enemigos con él, apunta a un vehículo - sólo es apto para la destrucción de automóviles - y dirige el misil a los mercenarios: te será de gran ayuda.
En la otra parte de la presa te espera más de lo mismo: enemigos con ganas de enfrentarse a Preston Marlowe Recoge toda la munición que puedas cuando todos hayan caído y cúrate de todas tus heridas.
A partir de aquí, llega el último tramo de la ruta al monasterio: es muy aconsejable utilizar un vehículo para llegar, pues los vehículos enemigos están a la orden del día. No te detengas a no ser que la situación sea extremadamente grave y, una vez veas el monasterio, bájate y prepárate: el monasterio entero está plagado de letales mercenarios.
Localiza a la patrulla.
La patrulla está dentro del monasterio, como diría Shrek, en lo más alto de la más alta torre. Para entrar, deberás matar a todos los enemigos que veas, así que adelante. No hay nada nuevo que decir aquí, salvo que mucho ojito con tus espaldas: aquí no hay lugares donde cubrirte. Ve ganando terreno hasta adentrarte en el edificio y avanza hasta el pasillo central: al fondo verás que un mercenario es acribillado. Acércate a él y sabrás quién ha sido