Adiós al cerrojazo. España reabrió este domingo sus  de forma generalizada al resto de países de la Unión Europea. El restablecimiento de la libertad de movimientos en el espacio Schengen, cerrado por primera vez en la historia del club europeo el pasado 17 de marzo, conlleva la vuelta del turismo pero contiene algunos matices significativos.

Para entrar en Reino Unido, los ciudadanos españoles necesitarán pasar una cuarentena de 14 días, lo que en la práctica imposibilita cualquier viaje turístico, hasta el próximo día 29. Dinamarca no permitirá su llegada hasta el 27 y la reapertura con el vecino portugués se hará el 1 de julio en un acto simbólico presidido por el Rey, Felipe VI. El flujo de personas está de nuevo libre de restricciones con el resto de países de Schengen, entre ellos Alemania, Francia, Italia o Países Bajos, y otros de fuera como Croacia o Bulgaria.

La retirada de los controles fronterizos con los demás continentes y especialmente con Estados Unidos, uno de los países más afectados por la pandemia y que aún no permite la llegada de europeos, es materia de debate en Bruselas y lo único seguro es que será progresiva.

Todos los viajeros que desembarquen en España tendrán que pasar tres controles primarios, anunció el viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Uno será documental, otro de temperatura y otro visual. Quienes no superen alguno serán "examinados por un médico". Para el cumplimiento de estas medidas se ha incorporado a 100 profesionales más al servicio de Sanidad Exterior, que ya contaba con 600 efectivos.

Proyecto piloto en Baleares

Los controles a la entrada de extranjeros ya han tenido su proyecto piloto esta semana en las Islas Baleares. El corredor turístico entre el archipiélago y Alemania ha traído a 3.500 turistas repartidos en 16 vuelos y las autoridades sanitarias no han detectado por ahora ningún contagio entre ellos. Illa dijo el viernes que los rebrotes que ha sufrido Alemania recientemente, uno especialmente grave en una planta cárnica de Guetersloh, con al menos 1.029 casos, "no ponen en peligro" la reapertura de fronteras y confió en que los socios europeos aplicarán las medidas para garantizar que en España no recalen "personas que presenten síntomas".

Los recién llegados, recibidos el pasado lunes con gran atención mediática en el aeropuerto Son Sant Joan de Palma de Mallorca, declaraban sentirse " muy seguros" e ir en busca de lo de siempre, "sol y playas bonitas".

Ayuda al sector turístico

El cese de las restricciones fronterizas responde al plan europeo para salvar la temporada turística. El sector generó el 12,3% del PIB español (unos 148.000 millones de euros) y empleó de forma directa a 2,62 millones de personas en 2018, según datos del Instituto Nacional de Estadístice (INE). En 2019 llegaron a España 83,7 millones de visitantes. Las pérdidas a nivel internacional ocasionadas por la pandemia en el primer trimestre de este 2020 fueron de 73.000 millones de euros según la Organización Mundial del Turismo.

El Gobierno ha convertido la recuperación de este motor económico en una de sus prioridades, con un paquete de medidas de estímulo concretas. Entre ellas, una línea de avales del ICO de 2.500 millones y 850 millones para dotar al sector de una mayor competitividad a través de programas de sostenibilidad y digitalización. Para recuperar la confianza en España como destino seguro, se ha impulsado un programa de márketing con diversas promociones y un nuevo portal: spain.info. Además, las empresas turísticas estarían entre las beneficiadas por la extensión de los ERTE que el ejecutivo negocia con los agentes sociales.