Europa cerrará sus fronteras exteriores durante los próximos 30 días por la pandemia de coronavirus. Lo anunció en la tarde de este martes el presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, tras una larga reunión por videoconferencia, de más de tres horas, con los líderes de los 27 miembros de la Unión Europea: "Hemos acordado adoptar una decisión coordinada para restringir los viajes no esenciales a la UE durante 30 días". Es una decisión sin precedentes en el club comunitario. 

El cierre afectará solo las personas. Se prohibirá la entrada de ciudadanos de terceros países salvo en circunstancias excepcionales. No se verá afectado, en cambio, el movimiento de mercancías, como matizó la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula Von der Leyen, que también anunció que dependerá de cada país cerrar sus propias fronteras exteriores. Por otro lado, Von der Leyen señaló que el Reino Unido se ha opuesto a la restricción, recordando aun así que su salida de la UE está en periodo "de transición" y que por tanto "los ciudadanos de Reino Unido, son europeos, siguen siendo europeos". 

Las reacciones a la actitud británica ante la crisis no se han hecho esperar. Poco después del anuncio, el Primer Ministro francés, Edouard Philippe, afirmó en declaraciones recogidas por AFP que su país se plantea prohibir la entrada a británicos si no toman medidas más contundentes para combatir la propagación del patógeno: "Si países vecinos (como) Reino Unido permanecen demasiado tiempo" sin medidas de "confinamiento", "entonces nos resultaría difícil aceptar en nuestro territorio a ciudadanos británicos". 

Uno de los objetivos de la UE con esta medida es frenar las restricciones al tránsito de personas que están imponiendo algunos países dentro de la propia unión. En ese sentido, Von der Leyen manifestó: "Hay ciudadanos europeos bloqueados dentro de la UE y esta situación tiene que cesar".