El domingo España reabrirá sus fronteras con el resto de países de la UE salvo Portugal (el Rey presidirá el acto de reapertura con el país vecino el 1 de julio). A partir de entonces, los viajeros procedentes del exterior tendrán que pasar tres "controles primarios": "uno documental, uno de control de temperatura y otro visual", explicó este viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Quienes no superen alguno de ellos serán "examinados por un médico".

No será la única medida destinada a reforzar el control de las llegadas. Illa aseguró que el servicio de Sanidad Exterior, que actualmente cuenta con 600 profesionales activos, se ha fortalecido con la incorporación de otros 100 efectivos. "El personal se irá escalando según sea necesario", garantizó. En cualquier caso, la realización de pruebas PCR "no será masiva", sino que se hará "según los criterios médicos, siguiendo los protocolos". 

Desde el lunes está en marcha el corredor turístico entre Alemania y las Islas Baleares, un proyecto piloto con 11.000 viajeros para testar la capacidad del país de absorber flujos turísticos sin que estos provoquen un repunte de contagios a través de casos importados. En ese sentido Illa descartó que los rebrotes que se han producido en Alemania últimamente puedan suponer un problema. "No ponen en peligro ni el proyecto piloto de Baleares ni la apertura de fronteras", dijo.

Confianza en los países de origen

El ministro mostró confianza en que el resto de países de la Unión Europea aplicarán las medidas necesarias para que ningún infectado salga de su territorio con destino a España. "Damos por descontado que las personas que presenten síntomas no van a viajar", aseveró. Y avisó de que al ejecutivo del que forma parte no le temblará la mano a la hora de dar marcha atrás si es necesario: "Si hay que volver a actuar, el Gobierno de España lo hará".