Ronaldo brilló al jugar sin marcaje y con espacios

Ronaldo Nazário, presidente del Real Valladolid, se lució en la charla organizada por la Asociación de la Prensa Deportiva de Valladolid en la Sociedad Hípica. Jugaba en casa y apenas tuvo resistencia. O lo que es lo mismo, conocía las preguntas a priori, aunque no les puso límites, y los periodistas hicimos las preguntas en una tarjeta y no pudimos repreguntar, con lo que el brasileño tuvo espacio para correr, como le gustaba, para driblar y llegar a zonas de remate sin oposición. Es decir, contestó lo que quiso y colocó los mensajes que tenía previsto soltar en un acto, en un partido, que esta vez sí, había preparado a conciencia, aunque sorprendió, incluso a los suyos, en algunas de sus respuestas.

Comenzó el brasileño repitiendo algunos mensajes que ya conocíamos sobre sus intenciones en el club, aunque no tardó en tratar de poner en apuros al alcalde, Óscar Puente, con quien mañana tendrá una reunión para avanzar en la ampliación de su ciudad deportiva y alrededores, fijando el inicio de las obras en agosto. Además, anunció la inminente presentación del nuevo escudo del club, sin consulta mayoritaria previa a los abonados, se alejó de cualquier atisbo de polémica con la Federación argumentando, incluso, que en Valladolid hay "un pánico muy grande y un síndrome de persecución y complot con los arbitraje", aunque sí concedió, al menos, que "la sanción a Sergio León me parece desproporcionada".

El carioca controlaba el partido y siempre contaba con sus fieles para que rieran cuando hacia bromas, tratando de buscar aire para dar explicaciones como cuando se le preguntó por la compra del Cruzeiro tras decir que todo sus dinero lo tenía invertido en Valladolid o cuando afirmó que los desacuerdos entre estamentos del fútbol se arreglaban "con una fiesta de las mías, pero de las de antes". Y es que Ronaldo se sentía cómodo. Entonces decidió acelerar un poco más. Lanzó, previa mirada de aprobación del director de gabinete de presidencia, David Espinar, el órdago del fútbol femenino, usando una fuerza excesiva para decir que "el Parquesol nos odia" y anunciando un acercamiento a la vinculación con el Simancas. Esta cuestión, por cierto, ha sido negada por Paco Casquero, director deportivo del club vallisoletano, esta misma tarde en La Tribuna de Valladolid, donde desde el club naranja se ofrecen todas las facilidades para que haya acuerdo. Otro órdago ganado por el máximo accionista. No es el primero que lanza. No será el último. Y no sólo se quedó ahí, sino que decidió lanzarle un recadito a Carlos Suárez por un asunto de la Fundación que ya tienen resuelto: "Nos tocará pagar". Otra pieza cobrada.

A estas alturas, el partido estaba decidido. Ronaldo tenía el duelo donde quería, se había lucido, no había sufrido un solo revés y ya saboreaba los tres puntos. Sin embargo, no era suficiente para el brasileño. Porque decidió certificar su triplete con un mensaje contudente: "El día que venda el Valladolid va a ser a una personas que pueda a aportar más que yo, no para mi propio beneficio porque podría haber aceptado ofertas que doblaban la cifra de compra y las he rechazado". Y así cerró el encuentro. Dejando una sensación de aproximación a la prensa de Valladolid, pero marcando aún las distancias. No negándose a contestar nada, pero sin entrar en un solo charco. Siendo Ronaldo sin haber hablado del Real Madrid.


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