El Balón de Oro debe ser para Karim
Benzema se ha convertido en un símbolo de lo que debe ser el fútbol puro, el fútbol de verdad, el fútbol vocacional, el fútbol de compromiso. En la vida, todos pasamos por diferentes etapas como ocurre en las grandes rondas ciclistas. Karim se encuentra ahora en esa zona en la que el ser humano se encuentra en paz consigo mismo y sólo quiere disfrutar de su pasión y hacer felices a los que le rodean. Benzema se ha convertido en una especie de Papá Noel del fútbol. Si juega con Francia, hace mejor a Mbappé y a Griezmann y consigue que Les Bleus firmen una remontada antológica ante la poderosa Bélgica, asignatura en la que se ha matriculado Benzema en los 12 años que lleva ya en el Real Madrid.
En la entrevista que ha concedido al AS, vemos un Karim orgulloso de lo que está consiguiendo tanto en el Madrid como en la selección francesa. Está en el mejor punto de cocción de su carrera, a pesar de que el 19 de diciembre vaya a cumplir 34 años. Físicamente parece que tuviera 24. Lo que ha hecho esta temporada es de cum laude y se merecería ese Balón de Oro con el que sueña. Honestamente, sólo Lewandowski ha hecho méritos, más estadísticos que futbolísticos, para arrebatarle esa bola dorada que tanto ansían los grandes jugadores. Si lo gana Karim, ganará el fútbol. Seguro que su amigo y aliado Mbappé será el primero en felicitarle.