Nunca entendí las suplencias de Luka Modric

El empeño de Zidane por recuperar a Marcelo e Isco, claramente fuera de forma, choca con su firmeza en dejar a Modric en el banquillo en los partidos más relevantes de lo que va de temporada. Pese a que Luka se ha mostrado con una frescura física y una intensidad que deja en evidencia la presunta influencia de la edad (35 años), Zizou ha prescindido de él en los grandes días. Así fue en la difícil salida ante el Betis en el Villamarín. Saltó al campo por Kroos cerca del descanso, con 2-1 en contra, y el equipo remontó hasta la victoria final: 2-3.

Lo mismo en el Clásico del Camp Nou. En 21 minutos finales espectaculares se adueñó del partido ante el Barça de Messi y puso el finiquito con un golazo de bandera (1-3). En Champions, peor todavía el trato de Zinedine con el croata. Sólo fue titular ante el Shakhtar, pero con 0-3 metió un golazo y en plena remontada (2-3), lo quitó por Kroos y el Madrid se detuvo en seco. En Mönchengladbach fue suplente y salió con 2-0 en contra. En 19 minutos ayudó al épico empate final (2-2). Y ante el Inter empatábamos, salió desde el banquillo en el 78' y a los dos minutos Rodrygo marcó el gol de la esperanza. Ese es Modric. Imprescindible.