Ibaka y Mirotic no lo sienten igual

La lista de Sergio Scariolo para el Mundial presentaba un gran dilema: Serge Ibaka o Nikola Mirotic. La normativa de la FIBA sólo permite la participación de un nacionalizado y España dispone de dos de enorme calidad. El seleccionador se encontraba ante una difícil elección. Mirotic partía con cierta ventaja en las preferencias, porque su soberbio tiro exterior ofrece más alternativas, pero Ibaka acababa de culminar una brillante temporada con el anillo de la NBA. El propio Scariolo siguió desde el equipo técnico de los Toronto Raptors las evoluciones del africano, que no sólo había progresado en el juego, sino también en su madurez y en su adaptación al colectivo. Dos jugadores grandiosos. Bendito problema para cualquier entrenador. Pues finalmente, ni uno, ni otro. Los dos se han borrado de la Selección.

Son casos diferentes, pero al final se resumen en lo mismo: la falta de implicación e identificación con el equipo español. Scariolo puso un ejemplo rotundo: “Pau Gasol hubiera matado por ir”. El congoleño ha jugado 26 partidos en tres campeonatos (Eurobasket 2011, Juegos 2012 y Mundial 2014). Una de las razones por las que dejó de acudir fue por su mala integración al grupo. Y otra, por la irrupción de Mirotic, quien ya se encargó de asegurarse que iba a jugar él en lugar de Ibaka, antes de aceptar el pasaporte. El montenegrino disputó 17 partidos en dos torneos (Eurobasket 2015 y Juegos 2016). Y no ha vuelto. La NBA siempre ha sido una buena excusa para borrarse, pero esta vez no existe ese condicionante. Acaba de firmar por el Barça, que sí aporta a Claver, Oriola y Ribas. Si no va al Mundial de China es porque no quiere.

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