Unos Juegos sin gancho

Los segundos Juegos Europeos, que se han celebrado durante diez días en Minsk (Bielorrusia), se clausuraron este domingo con Sandra Sánchez como abanderada española. La sensación que dejan estos Juegos es que han pasado bastante inadvertidos, porque la idea no ha terminado de cuajar. Alejandro Blanco estuvo en el embrión del proyecto, que apuntaba una buena perspectiva. Igual que hay Juegos continentales o regionales en otras zonas del mundo, ¿por qué no también en Europa? La primera edición se disputó en Bakú (Azerbaiyán), cuando originalmente había sonado Valencia… Pero, ya saben qué cosas pasaron en España: la crisis, los despistes con el dinero ajeno… Luego, la segunda edición fue asignada a los Países Bajos, que renunciaron sobre la marcha. El caso es que, de momento, no han salido del Este.

El primer topetazo se sufrió en Bakú, porque varias Federaciones Europeas recibieron los Juegos como una agresión a sus Campeonatos. Seis de esas federaciones se asociaron en torno a una televisión para celebrar el año pasado una especie de Campeonato de Campeonatos, en Glasgow y Berlín, bastante exitoso. Entre ellos, los dos deportes con más peso olímpico: natación y atletismo. El primero no ha asistido a Minsk en ninguna disciplina acuática, y el segundo ha participado con una extraña modalidad. Además, el básquet ha sido 3x3, el fútbol en playa… Para compensar estas ausencias y estos sucedáneos, algún deporte ha contabilizado como Campeonato Europeo (judo, boxeo…) y otros dieron plazas olímpicas (España logró dos en tiro y una en arco). Unas soluciones insuficientes para enganchar.

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