Sin Alonso pero con Alonso

Cuando los ecos de MotoGP ya se van apagando, aún con la resonancia del emocionante duelo Dovizioso-Márquez y de la sagacidad técnica de Ducati, los deportes del motor cambian de tercio y se montan sobre cuatro ruedas. Toca semana de coches, por partida doble. La Fórmula 1 comenzará en Australia sin uno de sus ilustres en la parrilla: Fernando Alonso. Se hará raro no verle, muy raro, después de que ha asentado la F1 en nuestros hogares. Pero el deporte nunca frena, ningún día del año, ni ningún año del siglo. Alonso ya no está, aunque el capricho del calendario ha querido que el asturiano también compita esta misma semana en las 1.000 Millas de Sebring, en el WEC, el Mundial de Resistencia. Doble cita grande de automovilismo. Con Alonso en escena, para superar la morriña.

Sebring arranca este miércoles con los libres y culminará a las cinco de la mañana del sábado, más o menos cuando se estén disputando los Libres 3 de F1 en Melbourne, a 15.560 kilómetros de distancia. Alonso busca su segunda victoria del año, tras la conquistada en las 24 Horas de Daytona, en la segunda de las cinco carreras que tiene de momento programadas en 2019. Seguramente no le llene tanto como la Fórmula 1, pero este es el camino que ha elegido, cansado de no poder codearse con los mejores, de no subir a los podios, de retirarse un fin de semana tras otro. No sabemos si será un año de transición antes de su regreso a la F1, o será el principio de un camino largo y diferente. De momento, hasta que se resuelva esa incógnita, al aficionado se le abren dos mundos paralelos... Mientras aún resuena MotoGP.