Los mejores 10 juegos de PlayStation 4, una consola que todavía se mantiene vigente

El 30 aniversario de PlayStation es un buen momento para echar la vista atrás y analizar todos los videojuegos que nos han dejado sus consolas hasta la fecha. Y tras el top 10 de PlayStation 1, la lista de PlayStation 2 y el ranking de PlayStation 3, ha llegado el turno de PS4. Fue en un ya lejano año 2013 cuando la consola salió a la venta. Desde entonces, tanto los estudios internos de Sony como las desarrolladoras externas no dejaron de nutrirla de contenido. Confeccionar una lista de solo diez juegos siempre es complicado, pero lo es aún más cuando la máquina en sí dispone de tantos títulos de entidad a sus espaldas. Por tanto, resulta inevitable que algunos se queden fuera, como ha sido el caso de Final Fantasy VII Remake, Death Stranding o Marvel’s Spider-Man, entre muchos otros. Sin más dilación, estos son los mejores videojuegos de PS4 según el criterio del equipo de la revista.

10. Sekiro: Shadows Die Twice

No sorprende la presencia de Sekiro: Shadows Die Twice en este top, y menos teniendo en cuenta que este videojuego lanzado en 2019 de la mano de Activision se hizo con múltiples premios, incluido el de GOTY en The Game Awards; también se granjeó el apoyo de la crítica y de los jugadores.

En Sekiro: Shadows Die Twice, manejamos a un guerrero en en un mundo inspirado en el Japón de los samuráis. Sin embargo, Miyazaki se vale de la fantasía para construir una ambientación mitológica, donde los peligros aguardan. En la línea de los productos de From Software, la dificultad y el aprendizaje son los caminos a recorrer, por lo que se hace necesario dominar con precisión los movimientos y analizar las habilidades del enemigo para tener éxito en la gesta.

9. Horizon: Zero Dawn

Guerrilla Games venía de trabajar durante años en Killzone, una saga shooter en primera persona que recibió su última entrega al principio de la generación, después de debutar en PlayStation 2. Tras el lanzamiento de Killzone: Shadow Fall, el estudio se centró en el desarrollo de un juego completamente nuevo, Horizon Zero Dawn. Guerrilla cambió radicalmente de género, abandonó los disparos (al menos parcialmente, porque algunas armas sí son de fuego) para abrazar la aventura en mundo abierto. La desarrolladora retrata un Estados Unidos postapocalíptico, donde las máquinas se han vuelto contra el ser humano y estos han regresado a una época tribal.

Aloy es una paria, y por lo tanto, es rechazada por los demás miembros del clan. Con todo, hasta las personas en el escalafón más bajo de la jerarquía pueden progresar si superan las pruebas correspondientes. La muchacha lo logrará sin demasiados problemas, aunque pronto deberá hacer frente a un peligro mayor. Se escuchan tambores de guerra, de modo que tendrá que recorrer todo el territorio para lograr desentrañar los misterios que permanecen vedados. Acción, exploración e interacción con los distintos habitantes del mundo se mezclan en un producto muy solvente.

8. Persona 5

Dos versiones de un mismo videojuego, Persona 5 y Persona 5 Royal; dos RPGs que hemos contado como uno a pesar de que la nueva versión incorpore cambios y mejoras en sus sistemas. Atlus ha diseñado el que quizá sea el título de rol más destacado de la generación, una obra que refuerza todos los puntos positivos de la saga y que es capaz de darle un valor añadido, un plus. La obra recupera algunos de los elementos que todos conocemos: el protagonista es de nuevo un estudiante de instituto aparentemente normal, que pronto se da cuenta de que puede viajar a realidades alternativas en las que debe luchar contra peligrosas criaturas. De su interior y del de otros acompañantes emana una fuerza interior, los Persona, a los que podemos invocar para vencer a los monstruos que nos acechan.

Persona 5 conserva y potencia su componente de novela visual, de forma que no solo tenemos que estar atentos a los combates, sino también a nuestras tareas cotidianas y a las relaciones que entablamos con otros protagonistas y personajes secundarios. El estudio no ha seguido la tendencia actual de abandonar los combates por turnos para lanzarse a los brazos de la acción, ha sido capaz de demostrar que este tipo de luchas estratégicas también puede ofrecer sistemas ágiles y divertidos.

7. Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón

A Naughty Dog se le resistió Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón. Después de varios años de desarrollo, la directora creativa que hasta el momento se había encargado de la trilogía original, Amy Hennig, abandonó el estudio. El título quedó en manos de Neil Druckmann, también director de The Last of Us y The Last of Us Parte 2, de forma que modificó muchos aspectos clave del proyecto anterior. A diferencia de los tres primeros juegos, esta aventura protagonizada por Nathan Drake es más amplia. No estamos ante un título de mundo abierto, pero el estudio norteamericano sí incorporó un escenario amplio en el que desplazarse. Además, Druckmann intentó dar más profundidad a los personajes, todo ello sin perder el tomo de humor y aventurero que había mantenido hasta entonces.

El Desenlance del Ladrón anticipa lo que Naughty Dog dijo desde el principio, que esta sería la aventura final de Drake. El personaje regresa con sus habilidades intactas, pero con la misma capacidad para meterse en líos y para terminar disparando a un sinfín de enemigos. Uncharted 4 es la expresión final y definitiva de la fórmula (con permiso de El Legado Perdido, una expansión independiente que comparte todas sus virtudes), el título más espectacular y bonito gráficamente, un auténtico imprescindible.

6. Dark Souls 3

La ausencia de Hidetaka Miyazaki en Dark Souls 2 se percibió en la calidad del producto, no porque fuera un mal juego, que no lo es, sino porque no está al mismo nivel que el resto de entregas. Sin embargo, el creativo nipón volvió a sentarse en la silla del director con Dark Souls 3. Puede que no sea el título más innovador, pero From Software supo mejorar la fórmula y convencer a los seguidores de la obra. De hecho, en MeriStation le dimos un 10, una nota reservada solo a las obras maestras. Dark Souls 3 lo es, sin ninguna duda.

No existe un arquetipo preestablecido para definir o catalogar lo que es o no es una obra maestra, pero en el caso de Dark Souls 3 es fácil fijarse en el maravillo diseño de niveles, que invita a los jugadores a recorrer sus escenarios llenos de caminos y de secretos. El sistema de combate también mejora, se siente fluido y bien construido, con unos jefes finales que nos hacen sudar la gota gorda. Exigente, adictivo (en el buen sentido de la palabra), gratificante y con estilazo visual. Así es Dark Souls 3, un juego que también permite invitar a otros jugadores para luchar codo con codo contra ese enemigo que se nos ha resistido. Miyazaki lo volvió a hacer, uno de los mejores de PS4 y de toda la generación.

5. Resident Evil 2

El debate sobre lo que es o no un remake se ha sucedido a lo largo de los años. Para algunos, es simplemente una actualización de los gráficos; para otros, también tienen que tocar la jugabilidad. Puede haber dudas sobre algunos juegos que transiten entre dos aguas, pero Resident Evil 2 es un remake con todas las letras, uno de los mejores, si no el mejor. Capcom se había alejado del estilo de los clásicos, había preferido la acción directa y había dejado el componente survival horror un poco de lado. Con la séptima entrega, regresaron a esos orígenes, pero se valieron de la primera persona y de otros elementos para generar el terror. El remake de la segunda parte es, en cierto modo, una mirada al pasado, pero al mismo tiempo, también al presente. Porque no hay duda de que la esencia permanece intacta, si bien se han realizado cambios en la jugabilidad y se han modernizado todos los aspectos.

La historia de Claire Redfield y Leon S. Kennedy se plasma ahora con la potencia del RE: Engine, un motor gráfico de la casa que ha conseguido sacar partido a la potencia de las consolas ya de anterior generación. Aunque Capcom implementa cambios en el desarrollo del argumento, la compañía ha sido capaz de llevar al presente una obra que ha envejecido lo suyo, sobre todo debido a su esquema de control tanque. La ambientación sublime y el sentimiento de angustia que logra transmitir es muy loable. Tapa bien las ventanas, de lo contrario verás cómo la población de zombis aumenta considerablemente. La comisaría de policía de Raccoon City nunca ha sido tan terrorífica.

4. The Last of Us: Parte 2

Cuando vienes de hacer un juego de culto es muy difícil satisfacer a todos los públicos, especialmente cuando la propuesta y la premisa es tan arriesgada como la de The Last of Us Parte 2. Naughty Dog, con Neil Druckmann de nuevo en la dirección, da un paso hacia adelante, y lo hace con un juego sin medias tintas. El mundo ha sucumbido a la desgracia, los monstruos se han alzado y la supervivencia lo es todo. Ellie, la niña de la primera entrega, se ha convertido en toda una mujer. Algo se rompe para siempre dentro de ella cuando vive un suceso traumático, por lo que a partir de ese instante será el odio lo que le mueva.

The Last of Us Parte 2 plantea una narración dicotómica, en la que el jugador vive las dos perspectivas de una historia que confluye a través de los ojos de dos personajes distintos, Ellie y Abby. Naughty Dog presenta un videojuego crudo, extraordinariamente violento, aunque la belleza no falte en sus escenarios postapolípticos. Mecánicamente es una evolución del primer videojuego, con unos sistemas más refinados, que nos permiten incluso utilizar nuestros propios oídos para saber dónde están los enemigos. Ha causado división, sí, pero también debates interesantes que han trascendido el videojuego. Y eso pocos lo pueden decir. Uno de los juegos más valientes de la generación a la hora de desarrollar su argumento.

3. NieR: Automata

Hace más de una década que NieR inició su andadura como saga. Si bien el primero ha llegado a adquirir cierto deje de obra de culto (ahora remasterizado y con mejoras), al final ha sido NieR: Automata el que ha causado furor. Desarrollado por Platinum Games, los creadores de Bayonetta, el estudio se ha ganado sus galones debido a su habilidad para construir sistemas de combate enfocados en la acción. NieR: Automata no es una excepción y plantea una jugabilidad a prueba de balas, de velocidad eléctrica y precisión milimétrica. Además, es uno de esos juegos que se construyen en capas, por lo que es necesario darle unas cuantas vuelta para exprimir y comprender la historia al completo.

NieR: Automata no es solo un excelente juego de acción, sino que el equipo liderado por el extravagnte Yoko Taro ha perfilado una narrativa que esconde más de lo que pueda parecer a simple vista. Más allá de la ciencia ficción, de los robots gigantes, de los múltiples enemigos, hallamos elementos para el debate y para la reflexión.

2. God of War

Toda saga tiene sus etapas, sus momentos más altos y sus momentos más bajos. Lo que le ocurrió a God of War es que la fórmula original ya se sentía un tanto manida. Habían salido múltiples títulos en distintos sistemas, así que Sony Santa Mónica necesitaba darle frescura. Después de su breve etapa en Crystal Dynamics, el director de God of War 2, Cory Barlog, regresó al estudio para diseñar el próximo videojuego de la serie. Se trata más bien de un reinicio jugable, ya que desde el punto de vista argumental es una secuela en toda regla. Eso sí, dejamos atrás la mitología griega y viajamos hasta la tierra de los vikingos.

God of War (2018), que cuenta con mejoras en PS5, está protagonizado por un Kratos maduro y barbudo, padre de un niño al que ha ocultado su naturaleza divina. Todo empieza con la muerte de su esposa, la madre del crío, un instante traumático que ambos procesan de diferente manera. Juntos intentarán ascender hasta la cumbre más alta para esparcir las cenizas de la mujer. Es un viaje al interior de sus sentimientos, pero también una lucha constante contra las criaturas mitológicas y los dioses que se interponen en su camino. Conserva la acción, pero abandona las cámaras estáticas para ofrecer una visión más de aventura, en la que el plano secuencia juega un papel crucial.

1. Bloodborne

Producido por Sony Interactive Entertainment, Bloodborne ha dejado su impronta en los jugadores, a pesar de no renunciar a su estilo de juego exigente. Aun así, seguramente sea uno de los mejores puntos de entrada para los videojuegos de estilo Souls.

Hidetaka Miyazaki recurre de nuevo al género de la acción en tercera persona, siempre con la progresión RPG de fondo. Por tanto, los jugadores deben prepararse para un sistema de combate que premia el aprendizaje y la precisión de cirujano. Como en Sekiro: Shadows Die Twice y Dark Souls, el aprendizaje es parte del camino y de la experiencia, al igual que la paciencia. Bloodborne es un título tan difícil como gratificante, tan bonito artísticamente como gris en la temática narrativa que retrata.

Nos encontramos en Yharnam, una ciudad gótica que guarda un tesoro de lo más singular, la sangre. Se dice, se cuenta, que este fluido corporal sirve de medicamento y de cura para terribles enfermedades, de manera que muchos se encaminan hacia la urbe para hacerse con el preciado líquido. No obstante, para nuestro protagonista no será sencillo conseguir la Sangre Pálida. Cuando pone los pies en la ciudad descubre que todo el mundo se ha convertido en monstruo. ¿Conseguirás tu meta o tu destino estará ligado al del resto de habitantes? Hagas lo que hagas, Bloodborne es una garantía de calidad.

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