Así nació la leyenda de Lobezno como gran icono de Marvel

Wolverine, Lobezno en español, es uno de los grandes iconos de Marvel y a diferencia de la mayoría de las estrellas con las que comparte el panteón marvelita no nació en los sesenta de la mano de Stan Lee y Jack Kirby. La idea primigenia se debe a Roy Thomas que durante su etapa como director editorial (1972-74) vio el enorme potencial que tenía el mercado canadiense y por ende la necesidad de crear un superhéroe ad hoc para los chicos del norte. Eligió para él el nombre Wolverine (carcayú), un mamífero fornido de muy mal genio y cuyo aspecto es muy similar al de un oso. Con esta somera descripción pasó el trabajo a John Romita, quien fue el encargado de diseñar al personaje: bajo, musculado y peludo.

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Antagonista secundario

Romita junto al guionista Len Wein fueron los padrinos de la criatura en The Incredible Hulk #181, una historia en la que el gobierno canadiense mandaba a su Arma-X a detener la invasión del gigante verde sobre su territorio. Se iniciaba así una enemistad que duraría muchos años. El personaje, que apenas había un secundario dentro de las viñetas de Hulk, no tenía un futuro claro cuando se vio embarcado pronto en otro proyecto, La nueva Patrulla-X de Len Wein y Dave Cokrrum (1975). Aunque su papel dentro del grupo de mutantes tampoco cogió mucho foco hasta la llegada a la colección del dibujante John Byrne en 1977.

Byrne convenció a Chris Claremont, que por entonces llevaba las riendas de la colección, del enorme potencial del canadiense, juntos crearon parte del enigmático pasado que acompaña al mutante: su relación con el mundo oriental y su nombre, Logan.

Salto de calidad

En 1982 Claremont y Miller firman una serie limitada, Honor, centrada en Japón y la yakuza que se convierte en un auténtico fenómeno y convierte a Lobezno en unos de los personajes más atractivos de la editorial.

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Marvel Comics Presents

A partir de aquí se inicia un clamor para que el mutante tenga su propia colección. Claremont, guionista estrella de Patrulla-X no estaba por la labor, quizá la idea de ceder a una sus figuras a otro guionista ponía en riesgo su control sobre el grupo. Además, el entonces editor de Marvel, Jim Shooter, no era amigo de nuevas aventuras. Así que hubo esperar a que hubiera movimiento en los despachos para que la idea de la colección propia cobrara fuerza. DeFalco puso en marcha varias operaciones para salvar la mala situación económica de la compañía a finales de los 80 y entre ellas estaba Marvel Comics Presents, cómics de bajo precio con 32 páginas y que ofrecían 4 historias de 8 páginas cada una con diferentes personajes.

DeFalco tenía claro que Wolverine era el personaje ideal para traccionar la colección y encargó a Claremont, con el que mantenía cierto pulso creativo, el proyecto de crear una nueva historia para Lobezno. Solo faltaba un dibujante y entonces se produjo una de esas extrañas coincidencias que convierten a una idea en un éxito. John Buscema, uno de los dibujantes más reputados de la editorial, acaba de dejar Los cuatro fantásticos hastiado del rumbo de había tomado la colección y deseaba un nuevo proyecto.

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Una leyenda a los lápices

Claremont convenció al legendario dibujante para que se uniera a la aventura y este, a pesar de que apenas conocía al personaje, quedó enamorado de la historia. Iban a situar a Lobezno en una ciudad imaginaria de Asia, Madripur, cuyo parecido con la Casablanca de Bogart es más que evidente. Ese nuevo Wolverine, Parche, emparentaba más con el de Miller del 82 que con el mutante que habitaba en la serie regular. Al dúo creativo se añadió Klaus Jason como entintador para formar uno de los mejores equipos artísticos de toda la historia de Marvel.

Los 10 números de Marvel Comics Presents (80 páginas) funcionaron a modo de prólogo de la colección regular en solitario que por fin llegaría en noviembre 1988. Claremont apenas estuvo 9 números, pero aún así le dio tiempo a perfilar el personaje, presentando a villanos como El Samurái de Plata o Dientes de Sable y recuperando a un viejo amigo, Hulk, en un versión gris e inteligente (Mr. Fixit).

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Conclusión

De aquí en adelante la historia de Lobezno está llena de grandes obras: Arma X, Enemigo de Estado, Logan, Origen, El viejo Logan… escritas por los mejores guionistas y dibujadas por los mejores artistas. Su presencia tanto en solitario como dentro de otros equipos: Patrulla-X, Nuevos Vengadores o X-Force se ha mantenido durante más de 40 años con un éxito que le hace rivalizar con el mismísimo Spiderman. El primer Marvel Gold que Panini dedica a Lobezno, nombre que en España debemos al traductor Salvador Dulcet y que se ha perpetuado en el tiempo, es una obra maestra que reúne a muchos de los mejores talentos de la historia de Marvel. Una historia de primer que se aleja un tanto de los cómics de superhéroes de la época para presentar una aventura próxima al thriller.

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