La Fuga de Monkey Island

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La Fuga de Monkey Island - 1.2.5. El botín del Napias

He dividido el recorrido en pequeños capítulos para que se pueda consultar la parte concreta en que uno se atasque. Normalmente bastará con eso, pero a veces habrá que comenzar a leer desde el principio de la isla en que os encontréis.

1.2.5 EL BOTÍN DEL NAPIAS

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Antes de abandonar el banco, Guybrush bajó de nuevo por la escalerilla para echar un vistazo y ver si podía hacerse con algo de dinero suelto. Fracasó, pero al menos consiguió un SupperWare que había sobre una mesa. Finalmente, abandonó el banco por la ventana que había utilizado para entrar.

Posteriormente se dirigió al Palacio de Prótesis y miró una cesta de prótesis que había junto a la puerta. Si la observaba de cerca podía ver una mano y un pie ortopédicos. Se encaprichó de la mano, con tres manos podría batir récords del mundo de mecanografía. Pero al intentar robarla, el tío de los parches le dijo que le estaba oyendo y que la soltara. Su estrategia para hacerse con ella consistió en usar la caja de música sobre el dependiente y, mientras estaba sonando fue raudamente a hacerse con la prótesis de mano (hay que hacerlo rápido porque si se hace despacio no da tiempo y hay que repetir el proceso).

Su siguiente movimiento consistió en entrar a la Tienda de cebos y usar la prótesis de mano con el circo de termitas que allí había. Así se hizo con los insectos, y la prótesis de mano se convirtió en una mano protésica infestada por termitas. Ya que estaba allí cogió un cebo de los gratis y lo combinó con el Supperware, por si le entraba hambre más adelante. De este modo pasó a tener un SupperWare con cebo dentro. Después se dirigió al puesto del tipo de los perfumes, examinó el tenderete y cogió un pulverizador de colonia que había sobre él en la parte izquierda, entre otras esencias

Tras todo esto, salió del pueblo, se encaminó a la Mansión Imponente y entró en ella. Conversó un rato con Kangú Mandril para posteriormente rociar con la colonia el ornitorrinco gigante que había frente a él (hay que hacerlo en su presencia). Esto enfureció a Mandril, rompió su bastón y se largó de allí.

Guybrush volvió al pueblo y entró en la Casa de los Bastones. Observó, en el expositor de la derecha, el bastón nuevo de Mandril y le aplicó la mano protésica infestada de termitas. Al poco entró Kangú, cogió su bastón y se fue dejando un rastro de serrín.

Guybrush volvió a la casa de Kangu Mandril y habló con él hasta que pudo decirle que había encontrado la vitrina de botines del Napias. Kangú le pregunto por su aspecto y Guybrush contestó: "Que bonito. Cuanto botín". Esto hizo que Mandril saliera a comprobarlo, dejando tras de sí su rastro de serrín. Guybrush salió rápidamente y comenzó a seguir el rastro de serrín de Kangú en el bosque, hasta que llegó a un lago con una isla en el centro.

En aquella isla, al fondo a la izquierda, descubrió un pasadizo. Penetró por él y llegó a la sala de trofeos del Napias. En una mesa había un botón rojo que pulsó para descorrer una cortina que desveló una ventana tras la que se veía el botín y la herencia de Marley, sin embargo, desde allí no se podía acceder a él.

Salió al exterior y se lanzó al agua por la parte del fondo, a las aguas profundas. Allí abajo no se veía nada. Usó el SupperWare con cebo con uno de los pececillos luminosos que por allí rondaban. Así improvisó una linterna y descubrió una cueva a la izquierda en la que entró. Llegó al lugar que antes había visto desde la sala de trofeos del Napias y recuperó por fin la Herencia familiar de los Marley. Al hacerlo cayó al suelo un diminuto tornillo de latón que Guybrush cogió al instante.

Volvió al pueblo y le mostró al Inspector Cannard la Herencia de los Marley y el diminuto tornillo.

Por fin había limpiado su nombre y podía volver a Melee. Sin embargo, las cosas habían empeorado por allí.