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La Fuga de Monkey Island

La Fuga de Monkey Island

La Fuga de Monkey Island - 1.2.1 Abogados y banqueros

He dividido el recorrido en pequeños capítulos para que se pueda consultar la parte concreta en que uno se atasque. Normalmente bastará con eso, pero a veces habrá que comenzar a leer desde el principio de la isla en que os encontréis.

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1.2.1 ABOGADOS Y BANQUEROS

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Su primer paso fue visitar el bufete, más que nada porque era la razón que le había llevado a emprender tan arriesgada travesía. Aquellos abogados eran tres tipos bastante parecidos entre sí que recordaban al jefe de Homer Simpson, tanto por su aspecto como por sus altruistas intereses. Tras una charla distendida, le proporcionaron una carta, que leyó para comprobar que se trataba de un escrito del abuelo de Elaine, H. T. Marley, que debía llevar al banco para recuperar un cofre que allí había guardado.

En el Banco Lucro, le dijo a la cajera que quería retirar algunos objetos de la caja fuerte, para lo cual le mostró la carta y el símbolo gubernativo. Sin embargo, cuando estaba revisando el contenido del cofre apareció un tipo que le robó y le encerró en la cámara. Cogió de encima de la mesa una espada vieja y una esponja marina mediana. A continuación examinó el interior de la caja abierta se hizo con una caja de música y una botella de buen grog.

Después miró por el suelo una esponja marina grande, un pañuelo y una esponja marina pequeña. Examinó aquel pañuelo para comprobar que llevaba bordadas las letras P. P. Debía pertenecer al ladrón o tal vez a José María Aznar. También cabía la posibilidad de que Aznar fuera el ladrón y no se conformara con robar a los trabajadores y favorecer a los empresarios mediante sus leyes, si no que lo complementara con robos directos a mano armada. Tendría que investigarlo y para ello había de escapar de allí.

Se acercó a la puerta de la cámara y comprobó que tenía dos bisagras. Utilizó sobre la de abajo la espada vieja haciéndola saltar, aunque rompiendo el filo. A continuación introdujo la espada rota en el espació que quedaba entre la puerta y el marco para agrandar la grieta. En esa grieta metió las tres esponjas y a continuación las empapó con el grog. Como resultado la puerta se abrió. Aquellos banqueros eran tan roñosos que tenían una puerta de pésima calidad.

Sin embargo, hubo una confusión y fue detenido. Le dejaron en libertad pero sin permitirle salir de la isla. Estaba en el Palacio de Justicia y mostró el pañuelo al Inspector Canard pero no sirvió de mucho.