Indiana Jones and the Fate Of Atlantis
Indiana Jones and the Fate Of Atlantis - Las Grutas de Creta
La historia sucede durante la segunda guerra mundial. Un científico alemán está investigando unas bolas doradas llamadas orichalcum, que le llevarán a la Atlántida, dónde conseguirá todo el poder. Por mala suerte para él, Indiana Jones se interpone en su camino.
LAS GRUTAS DE CRETA
Un contrapeso en la entrada mantiene abierta la reja. Es, sin embargo necesario llevarse las tres cabezas. Cogemos las dos primeras, pasamos la puerta y desde el interior usamos el látigo sobre la tercera cabeza para podérnosla llevar. Esto de paso nos deja aislados en el interior.
Tras localizar el Minotauro, usamos el látigo para arrancar su cabeza. Al ir a cogerla accionamos accidentalmente un ascensor por el que bajan tanto Jones como Sofía. Al abandonar el ascensor este asciende, con lo que (aparentemente) quedan aquí encerrados los dos. Cogemos el palo y el disco del mundo de Stenhart, cuyos restos encontramos aquí y leemos la nota.
Para volver arriba, examinamos la cascada donde están los restos de Stenhart, encontrando oculta allí la cadena del contrapeso del ascensor. Trepando por ella volvemos a la habitación del Minotauro.
Muy cerca de esta cámara hay otra, con una puerta cerrada con una reja y un sistema de apertura semejante al de la puerta entrada. Usamos las tres cabezas de los Dioses griegos para abrir la dicha reja, poniéndolas encima del mármol. En la parte superior de este sublaberinto encontramos la parte superior de un ascensor. El contrapeso está bloqueado por una cuña de piedras, así que la rompemos con el palo de Stenhart. En la parte inferior encontramos una gran cara de piedra. Le metemos por la boca el palo de Stenhart y el ascensor entra en movimiento. Ahora podemos llegar hasta el cofre de oro, en el que hallamos un poco de Orichalcum. Ahora debemos volver junto a Sofía.
Internándonos en la caverna donde reposan los restos de Stenhart, hallamos una puerta cerrada por una reja. Tras suyo discernimos una polea. Por encima de la puerta, un agujero. Indy no puede pasar a través de él pero sí Sofía, así que hay que convencerla.
Parece que no hemos avanzado mucho. En la cámara con otra cascada, hablamos con Sofía. Por si todavía no lo has probado, el pececito es el instrumento descrito en el Hermocrates como detector de Orichalcum, pero es desviado primero por el collar de Sofía y después por nuestro orichalcum, debemos convencer a Sofía de que es conveniente guardarlo todo en el cofre de oro. Una vez hecho así, usamos el pez... hasta localizar una pared blanca ante la cual el detector no se muestra indiferente. Usamos la costilla del barco en esa pared, abrimos la puerta que aparece y hallamos más orichalcum.
Llegamos a una sala que representa la Atlántida, con sus tres anillos concéntricos, y otro eje donde deben ponerse los discos de piedra ordenados de mayor a menor. Deben seguirse las indicaciones del Hermocrates, pero esta vez se deben alinear en el extremo opuesto de los cuernos. Se abre una de las puertas, por la que entramos.