Rusia, de nuevo arrasada por el vendaval español


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Rusia, de nuevo arrasada por el vendaval español

Euro 2008 - Semifinales: 25-06-2008 y 26-06-2008

Rusia, de nuevo arrasada por el vendaval español

La palabra ‘Rusia’ fue sinónimo de felicidad para España en la UEFA EURO 2008. Dos enfrentamientos, dos goleadas. Contra la selección rusa comenzó su sueño y contra ella llegó a la final por la puerta grande.

El equipo de Luis Aragonés debutó contra los rusos ganando con un contundente 4-1 que hacía presagiar algo grande. En las semifinales, la Selección rozó la perfección y volvió a someter a Rusia, esta vez con un 0-3. El conjunto de Hiddink no pudo hacer nada por cambiar el desenlace. Después de 24 años, y muchas decepciones, España volvía a estar en la final de una Eurocopa. En ella le estaba esperando ya Alemania, que el día anterior había eliminado con muchas dificultades a una Turquía que se despidió de la competición con la cabeza bien alta y dejando una imagen estupenda. (Foto de apertura: Xavi Hernández celebrando su gol, el primero de España contra Rusia)

Primera semifinal: Alemania - Turquía

Alemania 3-2 Turquía

St.Jakob-Park (Basel). 25-06-2008
Lehmann, A.Friedrich, Mertesacker, Metzelder, Lahm, Hitzlsperger, Rolfes (-46′ Frings), Schweinsteiger, Ballack (c), Podolski, Klose (-90′ Jansen)
Reçber (c), Zan, Balta, Boral (-84′ Karadeniz), Sarioğlu, Topal, Mehmet Aurélio, Kazim-Richards (-90′ Metin), Hm.Altintop, Akman (-81′ Erdinç), Şentürk
Árbitro: Massimo Busacca (Suiza).
Goles: 0-1 Boral 22′, 1-1 Schweinsteiger 26′, 2-1 Klose 79′, 2-2 Şentürk 86′, 3-2 Lahm 90′.

 Rápida reacción de Alemania

La selección liderada por Löw comenzó dominando el encuentro, aunque sin ocasiones. De hecho eran los turcos los que más peligro creaban. La mejor oportunidad les llegó con un disparo seco de Kazim desde la frontal que se estrelló en el larguero. Diez minutos después el delantero volvió a mandar el balón al travesaño. Esta vez Boral estuvo oportuno para aprovechar el rechace y mandar el esférico al fondo de la red. Pero poco le duró la alegría a los turcos. Cuatro minutos después una internada por la banda izquierda de Lukas Podolski acabó con un centro que remató a la red Schweinsteiger. Los germanos respiraban después del comienzo fulgurante de su rival. Pero Turquía volvió a la carga, esta vez sin fortuna.


Philipp Lahm marcó el gol que clasificó a Alemania para la final.

Philipp Lahm marcó el gol que clasificó a Alemania para la final.

Lahm decidió el partido

Conscientes de que cualquier error podía ser letal, ambos equipos salieron con miedo tras el descanso. Los alemanes se encontraban más cómodos esperando un error turco, que llegó en el minuto 76. Rustu se comió un centro lejano y Klose, cabeceador profesional adelantó a Alemania. Quedaban diez minutos y Turquía consiguió empatar. Semih remató una excepcional jugada por banda de Sabri. Parecía que el conjunto de Terim volvería a hacerlo, pero esta vez no pudo obrar el milagro. Justo cuando se iba a acabar el tiempo reglamentario, Lahm impulsó a su equipo a la final. El lateral recibió un balón de Hitzlsperger dentro del área y batió por el palo corto a Rustu. La máquina alemana volvía a estar engrasada y lista para la final.


Turquía, plagada de bajas

Balta lamentaba la derrota de Turquía, que contó con numerosas bajas.

Balta lamentaba la derrota de Turquía, que contó con numerosas bajas.

Joachim Löw afrontaba al partido con todos sus efectivos disponibles. Sin embargo, Fatih Terim se vio obligado a reconstruir su equipo, pues tuvo que hacer frente a seis bajas, algunas de gran consideración como las de los sancionados Volkan Demirel, Arda Turan y Tuncay Şanlı, o el lesionado Nihat Kahveci. Pero si este conjunto se caracterizó por algo fue por saber sobreponerse a cualquier obstáculo. Como demostró aquella noche. No logró la clasificación para la final pero plantó cara y luchó con sus opciones intactas hasta el último momento.


Segunda semifinal: Rusia - España

Rusia 0-3 España

Ernst-Happel-Stadion (Viena). 26-6-2008
Akinfeev, Anyukov, V.Berezutski, Ignashevich, Zhirkov, Zyrianov, Semak (c), Semshov (-56′ Bilyaletdinov), Arshavin, Saenko (-57′ Sychev), Pavlyuchenko
Iker Casillas (c), Sergio Ramos, Marchena, Puyol, Capdevila, Marcos Senna, Iniesta, Xavi (-69′ Xabi Alonso), David Silva, David Villa (-34′ Cesc), Fernando Torres (-69′ Güiza)
Árbitro: Frank de Bleeckere (Bélgica).
Goles: 1-0 Xavi 50′, 2-0 Güiza 73′, 3-0 David Silva 82′.

Emotiva celebración de Casillas por la clasificación de España para la final

 Dominio absoluto de España

¿Quién dijo que el amarillo daba mala suerte? Que se lo expliquen a la selección española, que pasó a la gran final de esta Eurocopa vestida con ese color. Después del partido frente a Italia quedó claro que no habría superstición o hechizo que pudiera con los de Luis Aragonés.

La lluvia caía con la misma intensidad que las ocasiones de España. A los seis minutos ya estaba avisando. Villa pasó a Torres, que desde dentro del área disparó para que Igor Akinfeev despejara con el pie. Cinco minutos después, fue el turno al goleador del torneo con un potente disparo desde la frontal que despejó de nuevo el meta ruso. A los 15 minutos Torres pidió penalti de Ignasevich por un agarrón, que el árbitro no vio. Los rusos no sabían cómo parar el vendaval. Aunque Pavlyuchenko amenazó con un potente disparo que Casillas despejó a córner con la yema de los dedos. Rusia trató de aprovechar la pasajera confusión que vivía España, por el cambio de sistema al entrar Fábregas por el lesionado Villa. Pero los futbolistas españoles se repusieron perfectamente.


Segunda parte de ensueño

En la segunda mitad España desplegó un juego extraordinario y en ella se vieron los tres tantos. El primero, obra de Xavi Hernández, llegó pronto, en la primera acción. Con la ventaja en el marcador los aficionados españoles se volcaron con su selección, que devolvió el apoyo realizando un fútbol maravilloso. Entre olés en las gradas, España tocaba como mejor sabía, a ida y de vuelta, hasta que la desesperación vencía al rival. Ya se olía el 0-2. Este llegó en el minuto 73 con una gran conexión entre Fábregas y Güiza, que acabó con gol de este último. España estaba intratable y Rusia había perdido todas sus fuerzas. El equipo de Luis Aragonés siguió tocando, elaborando a las mil maravillas. En ese trance llegó el tanto definitivo, de Silva. Los minutos finales fueron una fiesta para jugadores y aficionados de La Roja.


Villa se tuvo que marchar lesionado del encuentro.

Xavi Hernández y Torres se preocuparon por Villa, que se tuvo que marchar lesionado del encuentro.

La lesión de Villa conmocionó a España

En el minuto 28 Villa lanzó una falta y se dio cuenta de que estaba lesionado. Aguantó unos minutos en el terreno de juego, pero sus gestos de dolor obligaron a Luis Aragonés a sustituirle cinco minutos después. Los servicios médicos enseguida confirmaron que se trataba de una microrrotura del bíceps femoral de la pierna derecha.

Al ser sustituido, el jugador asturiano se marchó entre lágrimas. Ni siquiera el apoyo de Fábregas pudo consolarle. Sabía que se perdería la final. Y España entera lloró con él. Acababa de perder a su máximo goleador. El futbolista que despertó la ilusión en el debut y dio la clasificación ante Suecia. Todos eran conscientes de lo dura que iba a ser su ausencia. Pero él quiso tranquilizar los ánimos mostrando su confianza en el equipo: “Juegue quien juegue, esta final la vamos a ganar”, afirmó contundente.


Un país unido por el fútbol

La Plaza de Colón reunió a 30.000 personas para ver el Rusia-España.

La Plaza de Colón reunió a 30.000 personas para ver el Rusia-España.

Nervios, confianza, entusiasmo, alegría… Antes de que se desatara la euforia, fueron muchas las emociones que vivieron el 26 de junio en la Plaza Roja las 30.000 personas que se reunieron en Colón para animar a España. La mayoría de los aficionados nunca había visto a la Selección en una semifinal, solo había vivido decepciones. No importaba si era Mundial o Eurocopa, siempre acababa mal. Pero Luis Aragonés y sus jugadores se habían ganado la confianza y el corazón de todos los españoles.

Con su excelente juego y su compromiso, la selección española fue congregando aficionados en todos los lugares del territorio nacional y provocando que cada vez más españoles se desplazaran hasta los países organizadores de la competición para estar más cerca de su equipo. Consiguió paralizar un país entero cada vez que jugaba. Que todos los espectadores se olvidaran de qué club eran y vibraran con todos los jugadores que componían ese histórico equipo.

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