La gran favorita para ganar la Eurocopa era Alemania. Por eso muchos estaban seguros de que aplastaría a todos sus rivales y no tendría ningún problema para pasar a cuartos como primera de grupo. Pero Croacia no estaba dispuesta a poner las cosas tan fáciles a los germanos aceptando un papel secundario. “Tenemos muchas razones para ser optimistas. Miren nuestros números en la fase de clasificación”, avisó Bilic días antes de comenzar la competición. El seleccionador croata confiaba plenamente en el potencial de sus jugadores y supo exprimirlo al máximo. Incluso cuando decidió alinear al “Equipo B” en el último partido sus jugadores respondieron ganando. Como resultado obtuvo un pleno de victorias que le impulsó al liderato. Deslumbraron a Europa con su juego pasando a cuartos sin ninguna dificultad. (Foto de apertura: Ballack lucha un balón contra Kovac en la derrota de Alemania contra Croacia).

Alemania se clasificó, pero no convencía

La selección dirigida por Joachim Löw dejó muchas dudas durante la fase de grupos. Es cierto que ganó dos de los tres partidos y consiguió clasificarse sin demasiados apuros. Pero los germanos no terminaban de convencer. Su zaga era demasiado lenta y el centro del campo sufría demasiado por falta de ideas: “apenas hay juego combinado”, señaló Beckenbauer, legendario ex jugador alemán. El primer partido lo ganó con solvencia, pero ante Croacia las carencias de los alemanes fueron más que visibles. Alemania tenía que subir su nivel si quería hacer honor a su papel de favorita y lograr algo importante.

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Modric debutó a lo grande

"Es un futbolista de gran calidad. Aunque todavía es muy joven, se le puede considerar como uno de los mejores. En la Eurocopa todo el mundo podrá ver su talento", comentaba Bilic sobre Luka Modric antes del torneo. Unos augurios que el centrocampista se encargó de confirmar el primer gran torneo que jugaba. Mejoraba cada balón que tocaba y lideró los dos encuentros que disputó. En el primero no solo deslumbró con su juego, también brindó la victoria a su selección con el único tanto del encuentro. Los croatas comenzaron atacando a Austria desde el comienzo y a los tres minutos una internada en el área de Ivica Olić, terminó en penalti cometido por René Aufhauser. A Modric no le pesó la responsabilidad y lanzó la pena máxima. Desde el principio demostró que estaba destinado a conseguir algo grande, como el Balón de Oro que ganaría años después.

Austria, sin Payer

Josef Hickersberger, seleccionador austríaco, tuvo que hacer frente a un duro contratiempo de última hora. Su portero titular, Helge Payer, comenzó a sentir unos dolores muy fuertes que le obligaron a abandonar el entrenamiento. Los médicos le diagnosticaron una tromboflebitis parcial en la región del abdomen. El guardameta de 29 años tuvo que ser operado inmediatamente y no pudo estar en la Eurocopa. Ramazan Özcan ocupó su plaza en la convocatoria y Jürgen Macho le sustituyó en la portería.

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Podolski, con sentimientos encontrados

La selección alemana debutó a lo grande. Fue muy superior a Polonia y cosechó una contundente victoria gracias a la gran actuación de Mario Gómez, Klose y Podolski. Especialmente de este último, que fue el jugador más destacado porque anotó los dos tantos de los teutones. Pero Lukas Podolski también fue el gran protagonista del encuentro por su ascendencia polaca. El delantero siente un gran aprecio por su país de origen. Por eso los goles que anotó fueron tan especiales. No cabe duda de que fue un momento feliz, pero decidió no celebrarlos. Tras el segundo incluso pidió perdón. Después del partido confesó sus sentimientos encontrados ante los medios de comunicación: “Mis goles son de Alemania, pero mi corazón es de Polonia. No celebré los goles por respeto a mi familia, que aplaudió mis goles desde la grada”, añadió.

Polonia perdió a su capitán

Si para Alemania su debut fue muy feliz, para Polonia fue tremendamente amargo. Además de la derrota, Beenhakker perdió a su capitán por una lesión muscular que sufrió contra los germanos. El delantero se tuvo que marchar lesionado en el descanso y las pruebas médicas confirmaron las malas noticias. Pero las malas noticias para Polonia no acababan ahí, pues además de perder a su capitán no pudo reemplazarlo porque las reglas de la UEFA prohíben variar la lista de convocados una vez jugado el primer partido del torneo.

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Venció la magia croata

"Si corremos tanto como ellos, será cuestión de talento. Ahí ganamos", advirtió Bilic antes de enfrentarse a Alemania. Iba bien encaminado. Croacia debía temer a los alemanes, pues eran más fuertes. Un equipo que siempre gana, independientemente de cómo juegue. Sin embargo, esta vez los croatas escribieron un final muy distinto. Lejos de echarse atrás, plantaron cara a su rival y lograron que el rodillo alemán sucumbiera a su magia. El talento ganó al músculo. Lo desquició, más bien. Prueba de ello fue la agresión de Schweinsteiger a Leko, por la que vio roja directa. El centrocampista era la viva imagen de su impotente selección.

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Vastic hizo justicia

Austria parecía estar maldita. Estaba dominando su segundo encuentro, pero no lograba materializar las ocasiones que tenía. Ni si quiera cuando marcó Polonia los austriacos se vinieron abajo. Seguían atacando con ímpeto y controlando el juego. Pero no llegaba el ansiado tanto del empate. Hasta el minuto 92. En el tiempo añadido Webb señaló la pena máxima a favor de los locales e Ivica Vastic no falló. Introdujo el balón en la portería para devolver la ilusión a sus seguidores. Austria había conseguido su recompensa por tanto trabajo y salía del partido con opciones de pasar a cuartos.

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Ballack clasificó a Alemania

El último partido del Grupo B se zanjó con la clasificación de Alemania para los cuartos de final tras derrotar a Austria 0-1. El principal responsable de esta victoria fue Michael Ballack, que en los primeros minutos de la segunda mitad mandó el balón a la red con un fantástico lanzamiento de falta. Los de Josef Hickersberger intentaron buscar el empate pero estuvieron demasiado desacertados en los últimos metros.

Polémica arbitral

El árbitro español Manuel Enrique Mejuto González acaparó el protagonismo en el encuentro entre alemanes y austriacos. La polémica se desató en la recta final de la primera parte, cuando el colegiado expulsó a los dos seleccionadores, que estaban discutiendo por una jugada anterior. Ambos se marcharon charlando y se ubicaron en el palco de autoridades a la espalda de los banquillos. En el descanso bajaron al vestuario charlando distendidamente de nuevo hasta sus respectivos vestuarios. Esta actuación arbitral se hizo eco entre la prensa austriaca, que criticó con dureza a Mejuto.

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La gesta de Klasnic

En noviembre de 2005 los médicos le dijeron a Ivan Klasnic que sufría una insuficiencia renal crítica y que si no era trasplantado rápido moriría. Tres años después se convirtió en el primer trasplantado que juega y marca en una Eurocopa.

Su madre fue la primera en donarle un riñón, pero el cuerpo del futbolista lo rechazó. Luego su padre cedería el suyo, esta vez con éxito. El croata se recuperó, volvió a jugar y pudo llegar a la Eurocopa 2008. En el tercer partido, contra Polonia, debutó en el torneo y marcó el gol que completó la perfecta fase de grupos que hizo Croacia. “Esto es un bonus de Dios. Le agradezco seguir vivo y que pueda hacer lo que más me gusta: marcar goles”, afirmó el futbolista.

Croacia siempre con su afición

Los ajedrezados lucieron frente a Polonia unos brazaletes negros como señal de duelo por la muerte de Marin Zubcic, un aficionado croata de 22 años que falleció al no resistir una parada cardiaca que sufrió cuando los pupilos de Bilic jugaban frente a Alemania. El fútbol no sería nada sin los aficionados. Son el jugador número doce. En Croacia son conscientes de ello, por lo que quisieron tener este detalle.