El Getafe goleó andando a un Levante que da miedo (he visto equipos mejor y más armados en los cuatro grupos de Segunda B), dejó vista para sentencia la eliminatoria y sueña ya con unos cuartos de película contra Schuster y su Madrid si el alemán y los blancos pasan por encima del Mallorca. Marcó Albín, Casquero recuperó su mejor versión e hizo un gol muy suyo llegando desde atrás y Pablo selló el 3-0 con un derechazo soberbio.
Circula el Levante a la deriva, pie y medio en Segunda, con desbandadas, problemas financieros, apartheid de algunos jugadores y tirando ahora De Biasi de canteranos de un filial que también es el colista del grupo III de Segunda B, en fin... Los chavales ponen ilusión y tratan de aplicarse y los otros intentan cumplir con su perfil bajo y con sus enormes carencias futbolísticas a cuestas. El equipo de Laudrup salió discreto, flojo y tan frío como el tiempo y las semivacías gradas una vez más del Coliséum, a ver si vuelven a calentarse como Dios manda si es el Madrid el que al final se acerca por Getafe.
Los jugones. El Levante se plantó con su 4-4-2 disciplinado y todo y trató de manejar la pelota para que arriba Iborra y Geijo molestaran a Ustari, pero aunque hubo amagos de llegada y algún centro de Saúl, poco trabajo tuvo el joven meta argentino, de negro riguroso y al que, eso sí, se le vio anoche con gesto de concentración, atento y metido en el partido. A falta de paradas que no tuvo que hacer, valoremos los gestos del chaval que crece con algunas dudas bajo la alargada sombra del Pato.
Aunque Laudrup puso en la sala de máquinas a todo su aparato de jugones, que Pablo, De la Red, Casquero y Granero es lo mejor que tiene para el buen funcionamiento del medio campo, lo cierto es que tampoco se dejó ver una superioridad aplastante en el primer tiempo. Pero incluso a medio gas, el ex madridista y el de Talavera le dan otro aire, más distinción y peso al equipo, aunque da la impresión de que Casquero debe sacrificarse, aguantar más la posición y llegar menos arriba y con menor vistosidad que el año pasado porque De la Red sube también más que cuando Celestini se queda barriendo con la escoba. Si los dos logran un equilibrio en la alternancia entre quien sube y quien protege, los dos seguirán sumando muchísimo para el equipo. Y ese gol le va a dar a Casquero el plus que necesita el Geta.
Los azulones fueron a más en la misma proporción que el Levante se fue desinflando, castillito de naipes. Albín (bien en el enganche) había abierto la caja, Casquero amplió y un centro del siempre admirable Cotelo no lo desconectó nadie y Pablito mató la ronda con un remate fabuloso. El Geta tiene pie y medio en cuartos.
