Lateral derecho potente, sobrio, ya con experiencia en la selección absoluta y una Copa América a cuestas, Carlos Diogo podría jugar en el centro del campo pero funciona mucho mejor como lateral. Pasaporte comunitario por su madre italiana, ya hace tres años causó gran sensación en L?Alcudia y entonces el Udinese anduvo muy cerca de firmarle. Tenía 17 años y brillaba con la Sub-20. Buen defensor, no cabe duda. A veces abusa del juego duro pero a pesar de eso es hoy uno de los pilares atrás del River Plate. Mejor defensor joven junto a Lugano del momento en el fútbol uruguayo y fijo para el seleccionador Fossati. Hijo del que fuese excelente lateral o volante ofensivo Victor Hugo Diogo, se inició a los catorce años en el River Plate uruguayo antes de pasar a Peñarol (equipo del que siempre fue hincha). Allí llamó la atención de Enzo Francescoli, que se lo llevó a River Plate argentino. Francescoli llegó a decir de él que le recordaba mucho a su padre por su técnica depurada, así como que le auguraba un futuro muy prometedor en un grande del fútbol mundial. En el River Plate, en principio se le inscribió para jugar la Copa Libertadores, pero al final pudo estar también en la Liga. Y con Astrada tuvo hueco en el equipo desde el primer día. No tiene la proyección ofensiva de su padre y más bien es un defensor puro, que podría incluso rendir en el marcaje al hombre. Por eso rinde más de lateral que como volante. Admirador de Cafú y Javier Zanetti, su fútbol se parece más al del argentino. Apasionado del fútbol rápido, abierto y dinámico (admira el fútbol del Arsenal del que dice que siempre que puede lo ve por televisión), se identificará rápidamente con el juego del Real Madrid.