CORONAVIRUS

"¿Mezclar vacunas? Se nos está yendo un poco la pinza"

El epidemiólogo Elvis García asegura que, antes de combinar fármacos, "hay que realizar un ensayo clínico” para evaluar el impacto que puede tener.

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"¿Mezclar vacunas? Se nos está yendo un poco la pinza"
PATRICK T. FALLON AFP

 El Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas decidieron la pasada semana paralizar la vacunación con AstraZeneca en menores de 60 años debido a los trombos con los que se relaciona al fármaco, de forma que actualmente está destinado al grupo conformado por las personas que tienen entre 60 y 69. Esto siembra la duda de qué ocurrirá con las numerosas personas menores de esta edad que recibieron la primera dosis antes de su suspensión.

Una de las posibilidades barajadas es inocular otra vacuna diferente, como harán Francia o Alemania. Mientras el Gobierno francés inyectará una segunda dosis de las vacunas de Pfizer o Moderna a los pacientes menores de 55 años que han recibido ya una primera de AstraZeneca, el Ejecutivo alemán hará lo mismo con los menores de 60 años. Una práctica que puede conllevar cierto riesgo porque no se ha estudiado su seguridad, con bien han advertido varios expertos, e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Elvis García, profesor de profesor de Epidemias y Salud Pública de la Universidad de Harvard, ha explicado en la Cadena SER que, antes de mezclar vacunas, “hay que realizar un ensayo clínico con un número pequeño de personas, controladas y estudiando el impacto de la combinación”. “Hacerlo de forma masiva no tiene ningún sentido porque se están saltando todos los criterios de desarrollo de vacunas. Básicamente están haciendo un estudio a escala masiva y no sé cómo los gobiernos lo autorizan porque no se sabe lo que va a ocurrir. Se nos está yendo un poco la pinza”, ha criticado.

Esto se debe, según el epidemiólogo, a que la salud nunca ha sido la que ha marcado la línea a seguir, sino que “siempre ha estado influenciada por temas políticos y económicos. No ha habido unas directrices claras desde el punto de vista de la salud pública ni dirigentes que se enfocaran en ella. Si hubiera sido así, habríamos mejorado muchísimo más hace meses como ha sucedido en los países asiáticos. Aquí un día es la salud, al siguiente la economía, al siguiente la política y así no hay manera”.

Parar la vacunación es un error

Por otra parte, García ha criticado también la paralización de la administración de AstraZeneca y Janssen porque “no tiene ningún sentido”, ya que “provoca más contagios y más muertes”, además de generar desconfianza en la gente. “Estamos viendo que, por cada día que no vacunamos, son potencialmente decenas de muertos. No podemos permitirnos el lujo de dejar las vacunas en la nevera cuando vemos el impacto positivo que tiene. El factor coste beneficio cae del lado de vacunarse”, ha añadido. Se une así al discurso del doctor César Carballo, quien asegura que retrasar la vacunación “va a suponer miles de muertos”, y al de las 82 sociedades científicas que han pedido al Gobierno a las comunidades seguir vacunando.

Por ello, propone vacunar a los grupos que no corran riesgo de sufrir trombos: “Hay unos grupos de población que pueden estar un poco más en riesgo por los trombos de los que se habla. Si es así de verdad y es tan grave como nos lo hacen ver, no vacunes a esos colectivos, vacuna al resto. Se pueden hacer cosas que no sean tan dramáticas como parar la vacunación”.

Asimismo, ha denunciado un doble rasero con respecto a esta paralización: “Están decidiendo que no dan la vacuna porque hay potencial fallecimiento en una persona por cada cientos de miles, pero relajan las restricciones porque ya no es malo. Es absurdo, no tiene sentido y vamos dando tumbos”.

Duda de alcanzar la inmunidad en verano

Con todo esto, Elvis García ve difícil cumplir el calendario marcado por el Gobierno de vacunar al 70% de la población para finales de agosto. “Realista es hacer cuentas cuando vacunamos con lo que tenemos, pero hacerlas con lo que creemos que vamos a recibir es un poco arriesgado porque no está en tu mano recibir 30 o 40 millones de dosis”, ha argumentado.

En este sentido, ha señalado que el cálculo del 70% se ha hecho sobre el virus de hace un año, mientras que ahora la situación es diferente porque “hay variantes más contagiosas lo que hace que tengamos que aumentar ese límite”. “Esto consiste en que hay un punto en el que la capacidad para contagiarse no es suficiente teniendo en cuenta un número determinado de gente alrededor, pero si el virus es muy contagioso necesitas que haya mucha más gente protegida para que no salte a la siguiente. En este caso, las variantes pueden jugar un rol importante, explica. No obstante, insta a no fijarse demasiado en los porcentajes, sino en vacunar al mayor número de personas posible, ya que “vamos mal” estableciendo objetivos por adelantado.

Negociaciones autonómicas

Respecto a las negociaciones de la Comunidad de Madrid con Sputnik o Valencia con Janssen, las ha calificado de “brindis al sol. Hay vacunas que no están ni autorizadas y es un poco límite negociar en este sentido. Además, tienes muy poco poder cuando eres una comunidad con tres millones de personas. Estamos hablando de que la comunidad europea negocia con 400 millones de habitantes y negocia precio, prioridad...”.

Tercera dosis de Pfizer

Albert Bourla, CEO de la farmacéutica Pfizer, planteó el jueves la posibilidad de que las personas ya vacunadas contra el coronavirus puedan necesitar una tercera dosis de recuerdo 12 meses después de conseguir la inmunización.

Una afirmación que no sorprendió a García porque “una de las grandes zonas grises de la vacunación es que no sabemos cuánto va a durar la protección. Cuando empiezan a decir esto es porque están viendo que la protección está disminuyendo”. “Lo que nos da a entender es que esto va para largo. Si ahora estamos teniendo problemas para vacunar, imagínate cada año o cada dos”, ha añadido, antes de concluir con la siguiente reflexión: “El final está muy lejos y puede que el virus se quede con nosotros, pero que desarrollemos una serie de medidas que hagan que podamos convivir con él sin que sea de esta manera tan dramática”.