CORONAVIRUS

Descubren de dónde provienen la mayoría de contagios en el mundo

‘The Lancet’ señala que hasta el 60% de las transmisiones se producirían por asintomáticos y apunta a confirmar el contagio por el aire como el más común.

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Descubren de dónde provienen la mayoría de contagios en el mundo

La transmisión de virus SARS-CoV-2 que produce la enfermedad COVID-19 se propaga mayoritariamente por el aire. Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio publicado en The Lancet publicado por seis expertos entre los que se encuentra José Luis Jiménez, químico de la Universidad de Colorado.

El estudio aporta un total de diez razones científicas por las que apoyar la hipótesis de que el virus se transmite por el aire y llega a la siguiente conclusión: “Hay evidencia fuerte y consistente de que el SARS-CoV-2 se transmite por transmisión aérea. Aunque otras rutas pueden contribuir, creemos que la ruta aérea es probablemente dominante”. Y avisa de que “La salud pública tiene que actuar inmediata y contundentemente” al respecto.

Eventos de superpropagación

La primera razón que aporta el ‘paper’ es que se han producido eventos donde se han producido un gran número de contagios “que pueden ser los principales impulsores de la pandemia” y que han mostrado “patrones” para que la propagación del virus se haya producido a través del aire y no a través de gotas grandes o por la superficie.

Personas que no han compartido espacio y asintomáticos

Se han documentado casos de contagio de personas en habitaciones de hotel adyacentes, pero que no habían tenido ningún contacto, algo que solo se explica con la transmisión aérea. Asimismo, la tercera razón es que la “transmisión asintomática o presintomática” del coronavirus puede suponer de entre el 33 y el 59 por ciento de todos los contagios en el mundo.

Contagio en interiores y hospitales

Según apunta Jiménez, “la transmisión en interiores es 20 veces más fácil en interiores que en exteriores” y además, se reduce sustancialmente por la ventilación interior. Esto apoyaría la transmisión por el aire, señala el artículo.

Asimismo, la quinta razón apunta a que se han producido contagios en hospitales incluso en personas que iban equipados con Equipos de Protección Individual (EPI). Según Jiménez, “las (mascarillas) quirúrgicas protegen parcialmente, pero no completamente de aerosoles”.

Detección del virus en el aire

En sexto lugar, el estudio apunta a que se ha encontrado el virus SARS-CoV-2 en el aire que ha permanecido infeccioso “hasta 3 horas”. Aunque reconoce que no en todos los estudios se ha podido encontrar el virus en el aire, el estudio apunta que esto “es de esperar”, ya que según explica Jiménez, “esto es algo que nunca se ha conseguido hacer para tuberculosis o sarampión, que están aceptadas cómo (enfermedades) de transmisión por el aire”.

Filtros de aire y animales

Otra razón para confirmar el contagio por el aire serían los conductos y filtros de aire de hospitales en los que se ha encontrado el virus gracias a PCR. Esto solo se explicaría por el aire. Asimismo, también se ha demostrado la transmisión entre animales a los que se encerraron en diferentes jaulas conectadas por un conducto de aire, por lo que el contagio solo se pudo producir de ese modo.

Falta de estudios que lo refuten

La novena razón que expone el estudio es, precisamente, la ausencia de investigaciones que hayan proporcionado “pruebas sólidas o consistentes” para refutar esta hipótesis. Sobre la falta de contagios cuando personas infectadas han compartido espacios, se explica que esto puede deberse a una “combinación de factores” y que hay mucha variación entre el virus que desprenden unas y otras personas.

Explica el artículo que el R0 -el número reproductivo básico- es un valor promedio que “no tiene en cuenta el hecho de que solo una minoría de individuos infecciosos excreta grandes cantidades de virus”.

Falta de evidencias para apoyar otra causa dominante

Por último, señala el artículo, que existe “evidencia limitada para apoyar otras vías de transmisión dominantes, es decir, gotitas respiratorias o fómite”. Sobre la transmisión por cercanía, la causa que motiva medidas como la distancia social, se indica que “es más probable que se explique por la dilución de los aerosoles exhalados con la distancia de una persona infectada”.

Destaca que con el sarampión y la tuberculosis se convirtió en un “dogma médico” la incorrecta suposición “de que la transmisión por proximidad implica grandes gotitas”. Y resalta que “en enfermedades donde las concentraciones de patógenos se han cuantificado por tamaño de partícula, los aerosoles más pequeños mostraron concentraciones de patógenos más altas que las gotas cuando se midieron ambos”.