CORONAVIRUS

Conciertos 'cobaya' en Alemania

Sean Gallup

Tim Bendzko, cantante germano, se prestó voluntario para realizar dicha prueba dando en Leipzig tres recitales durante un día con diferentes configuraciones.

La Universidad de Halle (Alemania) inició el sábado un experimento con más de 2.000 participantes para intentar determinar si es posible autorizar de nuevo hacer conciertos pop pese a la COVID-19. Tim Bendzko, cantante germano, se prestó voluntario para realizar dicha prueba dando en Leipzig tres recitales durante un día con diferentes configuraciones.

El lugar elegido fue el Leipzig Arena, y tan sólo se aceptaron personas jóvenes y sanas, para así minimizar los riesgos de infección. Con este test, los investigadores podrían llegar a determinar cuál sería la mejor organización posible de cara a evitar los contagios.

Los voluntarios tuvieron que llevar una mascarilla de tipo FFP2 y un aparato para rastrear todos sus movimientos y contactos en el interior del recinto. Además, antes de acceder les fue tomada la temperatura y gracias a desinfectantes fluorescentes fue posible observar las superficies que tocaron con mayor frecuencia.

Aerosoles

Una de las principales vías de propagación de la enfermedad son los aerosoles. Por ello, los investigadores de la Universidad tienen previsto medir la trayectoria de los mismos y que juegan un papel fundamental en la contaminación. Con los datos recogidos, pretenden construir un modelo matemático que permita evaluar los riesgos de infección existentes en una gran sala de conciertos.

Prohibición al menos hasta octubre

Los resultados de este ensayo serán publicados en otoño y los empresarios o trabajadores dedicados al sector de la cultura esperan impacientes las conclusiones. En Alemania, las grandes concentraciones seguirán prohibidas al menos hasta octubre, dado que los casos continúan aumentando y en las últimas 24 horas se han registrado 2.000 nuevos contagios.