Después de pasar los peores momentos de la pandemia del coronavirus durante el mes de marzo y la primera quincena de abril, Alemania experimenta un repunte importante de casos en los últimos días. El Instituto Robert Koch (RKI), que se encarga de proporcionar los datos sobre el coronavirus en el país germano, ha cifrado en 879 los nuevos contagios, por lo que la tendencia de los últimos días sigue al alza.

El número total de afectados por el SARS-CoV-2 en Alemania asciende e 211.281, lo que le convierte en el sexto país europeo con mayor impacto del virus, tras Rusia, Reino Unido, España, Italia y Turquía, y el 19º en todo el mundo. Mientras, el número de fallecidos alcanza los 9.156 tras sumar ocho en el día de ayer.

Por último, la cifra de recuperados es de 194.000, por lo que son cerca de 8.000 los casos todavía activos. Además, el RKI estima que la tasa de reproducción del virus es de 1,09: 100 contagiados infectan a otras 109.

Llegada de la segunda ola

Valorando los datos de las últimas semanas, la asociación médica Marburger Bund asegura que el país está atravesando ya la segunda ola de esta pandemia. Sin embargo, no presenta una forma similar a la primera porque no ha habido un aumento brusco de los contagios, sino que se ha mantenido constante. Se trataría, pues, de una "segunda oleada plana de casos", como asegura Susanne Johna, presidenta de esta asociación.

En declaraciones a Augsburger Allgemeinen, Johna instó a la población a seguir manteniendo las medidas de seguridad, pese los deseos de volver a la normalidad. "Anhelamos la normalidad, pero estamos en una situación que no es normal", aseguró. Y mientras no haya una vacuna o una cura eficaz, lo que toca es "respetar las normas de distancia, higiene y mascarilla".

Manifestación sin mascarillas en Berlín

Hace unos días, la capital alemana nos dejaba una imagen de irresponsabilidad al celebrar una protesta contra las restricciones impuestas en el país: "Fin de la pandemia - Día de la libertad", era el lema de esta concentración, a la que acudieron cerca de 15.000 personas. Una aglomeración de gente, sin mascarillas ni distancia de seguridad, que podría tener como resultado un alto incremento en la cifra de contagios durante la próxima semana.