Castrillo del Val debuta como salida de una etapa de la Vuelta en el particular homenaje a la herencia castellana, allí reposaron los restos del Cid Campeador.
Castrillo del Val debuta como salida de una etapa de La Vuelta en el particular homenaje a la herencia castellana, allí reposaron los restos del Cid Campeador, y a las Fuerzas Armadas, ya que celebrará desde la base militar que lleva el nombre de la figura legendaria los 100 años de la Legión. Un comienzo marcial para una jornada que a priori se presentará como una de las escasas ocasiones de victoria de los velocistas supervivientes en la prueba.
Desde la localidad burgalesa el pelotón recorrerá 157 kilómetros camino de Aguilar de Campoo, población palentina que acogerá los últimos kilómetros. En concreto, los 45 finales ya que la jornada vivirá su desenlace en un circuito por los alrededores de la localidad, en todo momento sin ninguna dificultad montañosa, por lo que será la oportunidad ideal para que los equipos con hombres rápidos intenten tomar el control.
Después de un primer tramo de carrera realmente montañoso y con el exigente fin de semana asturiano en el horizonte, los ciclistas con aspiraciones a la general deben intentar vivir un día tranquilo de cara al tramo final, aunque arropados para evitar que una jornada que puede ser de transición para ellos se complique con algún tipo de incidente.
"Segunda jornada de La Vuelta en la que no habrá ningún puerto importante de montaña, por lo que los equipos con velocistas deben valorar si intentar controlar la etapa para provocar una llegada masiva. Porque seguro que habrá escapadas e intentos de evitar que la victoria esté en el gran grupo. Sí hay algún repecho por el camino para que haya lucha en la propia fuga o por saltar del pelotón, pero quizá estemos ante la única jornada de lo que llevamos de Vuelta que se pueda catalogar de día de transición".
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Jornada en la que, salvo sorpresa en forma de fuga, debe ser la gran oportunidad de los velocistas presentes en la carrera, caso de Sam Bennett, Pascal Ackermann o Philipsen, aunque sin perder también a un ciclista de la tierra como Carlos Barbero, quien llega como referente del NTT y espera llevarse un triunfo en la carrera y añadir a su palmarés una victoria en una grande.
Apuntes históricos
Castrillo del Val y, en concreto la base militar Cid Campeador, será la novedosa salida con la que la población burgalesa entra en la historia de La Vuelta. Aguilar de Campoo, por su parte, se estrena como meta después de estar presente en la carrera, pero siempre como inicio. Fue en las ediciones de 1983, 1985 y 2012.
Castillo del Val
(Km 0)
El pelotón afronta su segunda jornada llana en la novena etapa, una de las escasas opciones de los velocistas en esta carrera, y más cuando se tuvo que suspender la salida neerlandesa, que aportaba otros dos días con posibilidades para los esprinters. Habrá que ver si los equipos con hombres rápidos son capaces de controlar la carrera.
Herrera de Pisuerga
(km 92,4)
El esprint especial dota de puntos para la clasificación del maillot verde y de unos segundos de bonificación para la del maillot rojo. A diferencia de Giro y Tour, el sistema de puntuación no distingue en meta entre etapas llanas y de montaña, por lo que los esprinters tienen más complicado ganar el maillot verde. El último, Degenkolb (2014).
Aguilar de Campoo
(km 122)
El primer paso por la localidad que acoge la meta será un punto clave para que se determine cómo se resolverá la etapa y si los equipos de los velocistas deben trabajar para echar abajo cualquier tipo de fuga. Se recorre un circuito alrededor del Embalse de Aguilar que llevará al pelotón de nuevo a las calles de la población donde está la meta.
Foldada
(km 144,5)
Desde Foldada quedarán apenas 13 km para la llegada y son esos momentos los más peligrosos dentro de una jornada llana, ya que tanto los equipos con velocistas, para el esprint, como los de líderes para la general, intentando evitar caídas, luchan por estar en cabeza. En los últimos 3 km, cualquier incidente no cuenta en cuanto a tiempos.
Aguilar de Campoo
(km 157,7)
La seguridad en las llegadas está siendo uno de los temas de este 2020, sobre todo tras la terrorífica caída en Polonia de Fabio Jakobsen, ganador de dos etapas en la Vuelta 2019. Que los aspirantes a la victoria no cambien trayectorias y cierren el paso a sus rivales es uno de los detalles más vigilados por los jueces en este 2020.
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1 Castillo de Olmillos de Sasamón
El castillo de Olmillos de la localidad de Sasamón es también conocido como El Castillo de Flor de Lis, debido a que dicha flor, y escudo familiar, aparece reflejada en las torres de la fortaleza. No fue construido como fortaleza defensiva para la guerra, sino que se trata de un palacio de recreo o vacacional a petición de Pedro de Cartagena, regidor de Burgos y guardia de corps del rey don Juan II, en 1446. A comienzos del siglo XIX, a raíz de la invasión francesa, los guerrilleros Santos Padilla y Melchor Cossío prendieron fuego al castillo. Desde 2005 es el Hotel ‘Señorío de Olmillos’, un encantador hotel que cuenta con 25 habitaciones y 3 suites decoradas en un estilo contemporáneo.
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2 Catedral de Burgos
La Catedral de Burgos, menos conocida como Santa Iglesia Catedral Basílica Metropolitana de Santa María y ubicada en el centro del casco histórico de la ciudad, es una de las obras cumbres del gótico en España y está declarada por sí misma Patrimonio de la Humanidad por la Unesco . Para conocer su historia hay que retroceder al siglo XI. Cuando la ciudad de Burgos fue declarada sede episcopal, el rey Alfonso VI donó los terrenos necesarios para la construcción de una catedral. Las obras de construcción empezaron en 1221 y se inspiraron en la Catedral de Notre Dame o la Catedral de Reims. En el interior sus elementos más destacados son: la Capilla de los Condestables, la escalera dorada, el cimborrio, con el sepulcro de El Cid Campeador y El Papamoscas. En el exterior del templo cabe resaltar su fachada principal, el gran rosetón con la estrella de David y el conjunto de dos torres góticas rematadas por estilizadas agujas
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3 Plaza Mayor Herrera de Pisuerga
Herrera de Pisuerga es una localidad palentina, que se encuentra en la confluencia de los ríos Pisuerga y Burejo. Su Plaza Mayor es una típica plaza castellana, donde destaca el conjunto formado por una casa de ladrillo con tres arcos de medio punto y las dos viviendas lindantes, con planta baja de piedra y planta superior de ladrillo. También cabe mencionar la fuente de hierro situada en el centro de la Plaza, levantada en 1882 y que muestra a cuatro niños que sujetan ánforas de las que mana el agua. En verano de 2007, como consecuencia de la remodelación de la Plaza Mayor, se hallaron restos romanos del año 20 a.C.
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4 Peña Amaya
Considerado como uno de los rincones más bonitos y con más historia de Castilla y León, la Peña Amaya cuelga sobre un macizo calcáreo deforestado por encima de lo que fue en tiempos pretéritos un castro cántabro. La Peña Amaya ha sido habitada desde la Prehistoria, especialmente a finales de la Edad del Bronce (siglo X a.C.), para convertirse durante plena Edad del Hierro en uno de los principales castros del territorio cántabro. Está compuesta mayoritariamente por dos muelas rocosas. Por un lado, la denominada ‘El castillo’, porque en el pasado fue una fortaleza medieval, pero hoy solo quedan sus restos. Por otro lado, la peña Amaya principal. Desde la cima las vistas son espectaculares y se puede observar la imponente Peña de Albacastro.
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5 Castillo de Aguilar de Campoo
Ubicado en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, este castillo de origen medieval tiene su origen en el siglo XII, aunque fue posteriormente reformado en el siglo XIV, y fue construido en lo alto de un peñasco de 970 metros de altura. Inicialmente fue una torre fuerte construida en la época de la reconquista, con unos muros de sillería de 2 metros de espesor junto a la cual se encontraba un aljibe. Esta información fue descubierta entre los años 1986 y 1989, debido a la realización de excavaciones arqueológicas. Su estructura exterior está bien conservada y desde el castillo se pueden presenciar las vistas de la villa y de las montañas.
