La Vuelta 2020, la edición que aspiraba a ser una fiesta para celebrar su 75ª edición, ha pasado a presentarse como una carrera para la esperanza. La cita que, a pesar de este catastrófico año en el que la pandemia ha hecho tambalear los cimientos de la sociedad, y cómo no del deporte, emerge para intentar dar una imagen de cierta normalidad en una España que ha sido de los países más castigados por la enfermedad. Una oportunidad para que los aficionados, aunque sea desde la televisión, con un pelotón rodeado de protocolos sanitarios, restricciones de público y en unas fechas extrañas, puedan disfrutar una vez más de una cita única, en la que el deporte de la bicicleta y las bondades culturales y naturales de un país tan diverso se conjugan año tras año para recordar a sus habitantes, y mostrar a los de fuera, las extraordinarias riquezas del territorio a través de un hilo conductor tan espectacular como el ciclismo de alto nivel.
La carrera, al igual que todas las que han sobrevivido en el comprimido calendario ciclista, ha tenido que salir adelante entre los obstáculos a base de concesiones y sacrificios con el objetivo de convertir en realizable una cita deportiva mastodóntica. Desde el cambio de fechas que llevó la cita desde el final del verano a bien entrado el otoño, hasta la renuncia de su salida de Utrecht o a su paso por la vecina Portugal. Todo llevó a la carrera a tener que recortar su duración hasta las 18 etapas finalmente programadas, primera vez en 35 años que no llega a las 21 (en 1985 tuvo 19). Todo, a la vez que se han tenido que elaborar concienzudos protocolos sanitarios para mantener a la caravana aislada en diversas burbujas y a pedir a la afición, uno de los grandes activos de esta cita, a que su apoyo en esta excepcional ocasión llegue a través de los televisores.
Con este panorama y el fiel propósito de llegar a Madrid sin más problemas, la idea es que una vez que el pelotón tome la salida desde Irún el día 20 de octubre, sea el plano deportivo el auténtico y único protagonista. Que su cariz de carrera imprevisible y con un cartel de ciclistas que, o bien tienen la cita como gran objetivo o la ven como una posibilidad de reválida, ofrezcan el espectáculo que ha permitido a La Vuelta ser uno de los eventos más espectaculares y emocionantes del calendario. Mucho tendrán que decir corredores legendarios como el eterno Valverde o un Froome en su despedida de Ineos, un Enric Mas que quiere ser el referente español que el ciclismo español necesita en las grandes, un Tom Dumoulin que aspira a demostrar que sigue siendo ese corredor total... o un Primoz Roglic que llevará el dorsal 1 tras su revés en el Tour.
No serán los únicos protagonistas, ya que la nómina de corredores de nivel será muy importante. Tanto consagrados como Carapaz, Pinot, Chaves... a otros aún por descubrir su máximo nivel como Daniel Felipe Martínez o Aleksander Vlasov, en una carrera que en su historia reciente ha servido para descubrir superestrellas de la talla de Froome o el más reciente Pogacar. Y todo, con un recorrido con cimas míticas (del Tourmalet al Angliru) a otras inéditas (Laguna Negra, Moncalvillo...), de etapas llanas con emboscadas a una crono en la que habrá que cambiar de bici para llegar a la meta. Una oportunidad, como asegura su director Javier Guillén, de poder contar una historia en cada jornada. Unos relatos en la que tanto sus héroes como todos los que van a hacer posible esta carrera, más que nunca tienen una esperanza: que tenga un final feliz en Madrid.
El recorrido
La Vuelta se presentó, ajena a lo que depararía este 2020 y su cambio obligado en el calendario, como un recorrido con el norte de la península como protagonista. Una vez que se aplazó la salida neerlandesa y el paso por Portugal, y sus fechas se trasladaron al otoño, la grande española quedó recortada a 18 jornadas, pero con terreno suficiente para vivir un enorme espectáculo y con la esperanza de que la climatología la haga posible (no se descarta alguna modificación por este motivo). Porque si hay algo claro en este 75ª edición es que las etapas de transición no existen. Así lo demuestra una primera semana que arranca... ¡con final en alto! Arrate verá al primer maillot rojo antes de dos etapas con picante como las de Lekunberri y la inédita cima de La Laguna Negra, la amenaza del viento camino de Ejea de los Caballeros o el fin de semana pirenaico con la guinda de la subida al Tourmalet.
El segundo tramo de carrera también contará con novedades como Moncalvillo, etapas llanas por la costa cantábrica, y un fin de semana camino de la imprescindible Asturias con cimas conocidas como son La Farrapona y un Angliru que vuelve a aparecer como una de las ascensiones más temibles del ciclismo mundial. Como también lo es, aunque sea en versión 'muro' y no puerto, la subida al Mirador de Ézaro, que esta vez será el final de una atípica crono, con cambio de bicicleta incluido, para iniciar una semana decisiva con Galicia, Castilla-León y el desenlace en La Covatilla como protagonistas antes de la que, más que nunca, etapa-homenaje en Madrid.
Etapas clave
La Vuelta 2020, como suele ser tradición, ha reservado para sus tres fines de semana platos fuertes en forma de tres de los puertos que, por una cuestión o por otra, forman parte de la historia de la carrera: Tourmalet, Angliru y La Covatilla. La montaña volverá a ser la gran protagonista de La Vuelta, aunque la crono de Ézaro, tanto por su novedad como por su dificultad, se presenta como una de las jornadas en las que más diferencias se pueden sacar.
Tourmalet (domingo, 25 de octubre)
Tomando prestado territorio de la vecina Francia y del 'hermano mayor' Tour, La Vuelta contará con una jornada en la que, en poco kilometraje (136 km), acumula tres cimas tan míticas de la Grande Boucle como Portalet, Aubisque y Tourmalet, la última con 16 km de la que saldrá vestido de rojo uno de los principales favoritos a la victoria final. Jornada en la que la climatología jugará un papel importantísimo por la altura de las cimas, por encima de 1.700 metros las dos primeras y, la última, con la meta a 2.115 metros.
El 'monstruoso' puerto asturiano, al que la Vuelta 1999 transformó de ser un punto conocido por ganaderos y excursionistas a un símbolo del ciclismo nacional, seguirá ampliando su historia en la carrera española. Considerado una de las subidas más duras del mundo, con un tramo tan famoso como la temida Cueña les Cabres (tramos que superan el 23% de desnivel), será el desenlace de una jornada que además tendrá a La Mozqueta y al Cordal como aperitivo y terreno para que los más aventureros lo prueben.
La única contrarreloj de La Vuelta estará lejos de ser una crono clásica. Al estilo de la que programó el Tour en La Planche des Belles Filles, contará con un tramo llano en la que los especialistas podrán acoplarse a la cabra e intentar marcar diferencias hasta los pies del Mirador de Ézaro. Será el momento en el que los corredores deban cambiar de bicicleta para afrontar las terribles rampas de esta corta pero muy exigente ascensión, con porcentajes muy por encima del 20%. Estrategia y fuerza definirán a los triunfadores de una jornada clave.
En terreno ciclista por excelencia como es la Sierra de Béjar se presenta la que será la última gran cita de la carrera, la ascensión a La Covatilla, un importante puerto de la prueba en este siglo de donde saldrá el ganador de La Vuelta. Con un terreno sin un metro llano y carreteras sinuosas, la carrera se plantará a los pies de esta ascensión que con continuas rampas por encima del 10% despejará las últimas incógnitas que queden por resolverse en la carrera antes de la llegada a Madrid.
CHRIS FROOME (Ineos). El británico se despide del Ineos con la oportunidad, no sólo de demostrar que aún es un nombre importante del pelotón y que se ha recuperado de la espeluznante caída del Dauphiné 2019, sino de que aún puede estar entre los favoritos a aumentar su enorme colección de carreras de tres semanas: cuatro Tour de Francia (2013, 2015, 2016 y 2017), La Vuelta (2011 y 2017) y Giro de Italia (2018).
TOM DUMOULIN (Jumbo). Al frente de un Jumbo que aspira a ser la formación más poderosa del planeta ciclista, un corredor del país como el neerlandés Tom Dumoulin, ganador del Giro 2017 y al que el podio de La Vuelta es el único que le falta... Aunque lo rozó. De hecho, no había regresado a la carrera desde que en 2015 Fabio Aru le privó en la penúltima jornada de conquistar la que iba a ser su primera grande. Mucho más maduro y con un equipo más potente, intentará sacarse esa espina que dura un lustro.
PRIMOZ ROGLIC (Jumbo). El ganador de la Vuelta 2019 defenderá título en un Jumbo con otra baza como es la de Tom Dumoulin. El esloveno, cuyo gran objetivo era un Tour que se le escapó en la penúltima jornada, irá desvelando cuál es su estado de forma tras el tremendo desgaste que lleva desde la reanudación del calendario. Su versatilidad y su competitividad le hacen, a priori, un rival temible.
ENRIC MAS (Movistar). El ciclista mallorquín logró con su segundo puesto en La Vuelta 2018 confirmar que era una de las esperanzas del ciclismo español de volver a dominar una grande. Desde entonces, ha abandonado el Deceuninck, se ha convertido en la referencia del gran equipo español, el Movistar, y ha logrado ser quinto del último Tour de Francia. Su rendimiento dependerá de cómo logra gestionar una temporada tan cargada.
RICHARD CARAPAZ (Ineos). El ecuatoriano no para de crecer, a pesar de que este atípico 2020 ha hecho que el equipo reconfigure sus objetivos. Al Tour acudió como gregario y cuando tuvo que dar un paso adelante, demostró su calidad, pero era tarde para pelear por el podio. En esta Vuelta aparece como segunda baza de un Ineos en el que Froome es una incógnita y para la que quizá el de Carchi sea el gran tapado.
ALEJANDRO VALVERDE (Movistar). Con 40 años y en la recta final de su trayectoria, Alejandro Valverde estará en su 'carrera-fetiche', la que logró conquistar en 2009 y en la que ha subido al podio en siete ocasiones, la última en la pasada edición con un meritorio segundo puesto. Sin la presión ni los resultados de otros años, pero con una competitividad enorme, nadie osa de primeras descartar al murciano de estar en los puestos de privilegio.
THIBAUT PINOT (Groupama). Un escalador excepcional cuyo último Tour de Francia supuso un golpe moral enorme por las expectativas que le colocaban como un candidato al título. En sus apariciones en La Vuelta ha dejado fantásticas actuaciones, como la de 2018 en la que conquistó dos etapas y acabó en la sexta plaza.
Fantasy de La Vuelta
De la mano de Biwenger, AS y Carrefour, La Vuelta 2020 contará este año con su propio Fantasy, una oportunidad para los aficionados de poder mostrar sus conocimientos y competir con otros usuarios. El objetivo, configurar el que sería el mejor equipo posible con los corredores participantes. Con un presupuesto limitado y la posibilidad de elegir diferentes especialistas (líder, escalador, esprinter o polivalente), y también con la opción de hacer cambios, cada etapa y cada clasificación otorga puntos para determinar quién ha sido tras la última jornada el mejor mánager ciclista de la carrera. Se puede participar en La Liga Fantasy Oficial: LaVuelta 20 by Carrefour y configurar ligas privadas. Una forma de añadir emoción a cada jornada e intentar ser el mejor de La Vuelta porque, además, los ganadores se llevarán unos premios muy ciclistas.
MAILLOT ROJO: Distingue al líder de la clasificación general, es decir, al que menos tiempo le ha costado completar el recorrido. Existen bonificaciones en las metas (10" para el primero, 6" para el segundo y 4" para el tercero). También en los esprints especiales (3", 2" y 1").
MAILLOT VERDE: Distingue al líder de la clasificación por puntos, que se logran en los 15 primeros puestos de la etapa (25, 20, 15...). También dan puntos los esprints especiales (4, 3 y 2).
MAILLOT DE LUNARES: Distingue al líder de la clasificación de la montaña, que se configura a través de sus puestos en los puertos de diferente categoría sean o no final de etapa. La de mayor dificultad se denomina Cima Alberto Fernández y se ha colocado en el Angliru (da 20 puntos al que pase primero, 15 al segundo, 10 al tercero...). Los de categoría especial (15, 10, 6...), los de primera (10, 6, 4...), los de segunda (5, 3 y 1) y los de tercera (3, 2 y 1).
MAILLOT BLANCO: Distingue al mejor joven, es decir, al primero de la general de 25 años o menor.
CLASIFICACIÓN POR EQUIPOS: la suma de los tiempos de los tres mejores clasificados de cada etapa configura esta clasificación que determina cuál es el mejor equipo de la carrera.
MÁS COMBATIVO: cada jornada se elije al corredor más batallador de la jornada que sube al podio y al día siguiente luce un dorsal distintivo.
La Vuelta en casaPor Juanma Leiva
"Este año tenemos que pedirte un favor, que no vengas a vernos. Si te gusta el ciclismo, quédate en casa". La pandemia ha obligado a La Vuelta 2020 a realizar esta petición a todos aquellos aficionados que, año tras año, han dado colorido al recorrido y han sido parte importante de la prueba, pero que en este atípico 2020 deben disfrutar del espectáculo por televisión para no convertirse en un elemento que pueda provocar su suspensión. La no presencia de público minimizará los riesgos, tanto de la caravana como de las poblaciones por las que pasa. Evitar las aglomeraciones de público en las carreteras y en los puertos por donde pase será clave. Si entre todos se logra que La Vuelta sea una burbuja con el mínimo contacto con el exterior, más posibilidades habrá de que la prueba no tenga restricciones y se pueda disputar con normalidad hasta Madrid.
La organización ha eliminado todas las acciones con las que otros años se quería acercar al aficionado, como la caravana publicitaria o el Parque Vuelta. Hasta los controles de firmas se limitarán a reconocimientos faciales por medio de las últimas tecnologías. La medida más llamativa, y también la más importante, es la de cerrar todos los finales en alto para que nada pueda interferir en el desarrollo. Por tanto, Arrate, Laguna Negra, Tourmalet, Orduña, Moncalvillo, Farrapona, Angliru, Ézaro y La Covatilla no permitirán la presencia de aficionados, Un escenario desierto en el que lo único que exista sean los medios necesarios para que la retransmisión televisiva llegue a los hogares. La mejor manera de seguir esta edición de la cita.
Cómo ver la Vuelta por televisión
La Vuelta 2020 se podrá seguir en 190 países. Contará con dos televisiones oficiales que darán la mayor parte de las etapas: TVE (con sus canales La 1 y Teledeporte) y Eurosport (tanto en sus plataformas como en el acceso permitido a los abonados de Movistar+ y DAZN). En total, más de 70 horas de emisión en directo, además de programas especiales, conexiones en la previa, entrevistas a los protagonistas... En AS, tanto en su versión diaria en papel como en la digital (www.as.com), se contará minuto a minuto toda la información de las etapas, así como todos los detalles que ocurran durante la prueba.