La organización de esta Vuelta 2020 tuvo que reaccionar rápido. Las restricciones sanitarias de Francia no permitían a la carrera pasar la frontera por lo que se debía anular la jornada estrella de los Pirineos con final en el Tourmalet y, en su lugar, se programó otra en la parte oscense que también tiene su atractivo. La cima de Aramón-Formigal ya ha sido en otras ocasiones clave en esta prueba y, con el añadido de que se disputa en octubre, la etapa se puede hacer más dura de lo que parece.

Una etapa que discurre por el Alto Gállego, con salida en Biescas y un circuito inicial alrededor de Sabiñánigo. El Alto de Petralba (6,5km al 5,1%) será el primero de los tres puertos de la jornada, ya en el kilómetro 69. Cotefablo, una ascensión larga de 13,5km al 4,1% será la antesala de la ascensión final a Formigal, 14,4 km al 4,7% que servirán para examinar al líder Roglic en un entorno que, sin tener excesiva pendiente, sí puede formar una buena selección.

A eso hay que sumar que las predicciones dictan que la lluvia aparecerá. También el frío, aunque la nieve a priori no caerá hasta después de que termine la etapa en una cima como Formigal, que recuerda a la espectacular jornada de la edición de 2016, en la que Alberto Contador y Nairo Quintana corrieron al ataque para tumbar al líder Froome.

"Lo que podía deparar esta etapa, tras la cancelación del Tourmalet, puede cambiar a partir del último puerto, ya que con este nuevo trazado quizá se hagan menores diferencias. Pero que no sea un recorrido tan exigente no quiere decir que no vaya a hacer daño y que sea clave para la general. Porque se esperan temperaturas muy bajas, y eso puede producir que algún corredor no sienta buenas sensaciones y que se produzca algún desfallecimiento entre los favoritos. En definitiva, una buena opción para la carrera, que seguirá teniendo una jornada de montaña, pero tal y como se está viendo la prueba, no hará una selección definitiva de cara a que siga habiendo emoción en las últimas dos semanas".

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Salvo sorpresa, los hombres llamados a disputar el triunfo en Formigal deberían ser los de la general. Aunque sin la exigencia de la jornada original, el recorrido y las condiciones hace que sea terreno para los ciclistas que se están jugando la Vuelta. Carapaz, Roglic, Mas o Dan Martin, serios aspirantes.

Apuntes históricos

La Vuelta partirá de Biescas por segunda vez en su historia. En la primera ocasión, en 1998, se llevó la victoria en Zaragoza el alemán Marcel Wust. Lideraba la prueba Abraham Olano, que conquistó el título. Formigal se empezó a usar como meta de la Vuelta en los años 70, con victorias de Fuente (1972) y Perurena (1975). Recientemente, se llegó a esta misma cima en 2013, con victoria de Warren Barguil, y en 2016, con triunfo de Brambilla, pero en la que destacó el asalto de Nairo Quintana al liderato de Chris Froome.