La primera etapa, un de final en alto. Así arranca La Vuelta 2020, con montaña desde la primera jornada, que lejos de ser la última novedad introducida por la organización de la carrera, esta innovación viene dada por las circunstancias. El aplazamiento de la salida neerlandesa dotó a Irún de una relevancia especial: ser el inicio de la 75º edición de la ronda. Más allá de la simbología, el terreno se presenta como una oportunidad de ver el estado de forma de los favoritos, aunque sin la dureza excesiva como para eliminar por completo a aquellos que pasen dificultades.

Un examen que comenzará en la segunda parte de la carrera, después de 90 km más o menos llanos, cuando el puerto de Udana se alce como la primera cima puntuable de la prueba. A partir de ahí, el trazado se convertirá en un sube y baja constante con el paso por las cimas de Kanpazar, Elgeta y la llegada a la ascensión definitiva a Arrate, puerto de primera categoría y símbolo de la Itzulia y el ciclismo vasco.

Este original terreno quebrado para una etapa inicial tendrá una consecuencia también novedosa: la posibilidad de que el primer líder de la carrera sea un escalador o un ciclista que se defienda bien en montaña. Una oportunidad para un perfil de corredor poco habituado a verse con el liderato en los inicios de las citas de tres semanas. Habrá que ver si el desarrollo de la carrera hace que el protagonismo recaiga en los gallos, en segundos espadas o si, por el contrario, el primer maillot rojo (La Roja) sale de una fuga de calidad.

"El comienzo más atípico de una Vuelta: una etapa que termina en alto. Pero no sólo nos fijemos en las subidas, porque el terreno rompepiernas, con un continuo sube y baja, va a suponer un desgaste a tener en cuenta. Pero, sinceramente, no creo que sea un día en el que veamos diferencias importantes. De hecho, pienso que serán insignificantes. Porque, ¿qué equipo va a querer tomar la responsabilidad y desgastar a su equipo el primer día? Veremos si hay algún favorito que se quiere convertir en el 'patrón' desde el primer día. Y más en una jornada en la que muchos escaladores van a ver una oportunidad de coger La Roja. Tendría más peligro esta etapa en una temporada normal, pero con el calendario tan apretado, todos están alargando el estado de forma. En esta Vuelta que ha quedado tan montañosa desde el principio, no hay tiempo de pensar que se mejorará con el paso de los días. También quiero hacer una mención especial a la obligada ausencia de público. Se echará de menos a la afición vasca en Arrate".

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Para una primera etapa con perfil quebrado, los ciclistas que aguanten bien en montaña y con buena punta de velocidad en las llegadas de grupos reducidos son los que a priori pueden lograr mejores resultados y dar los primeros resultados. Nombres como Alejandro Valverde o Primoz Roglic pueden ser rentables y es una buena opción para darles la capitanía. También puede ser momento de alguien sin tanto marcaje, caso del ruso Vlasov.

Apuntes históricos

Irún será por cuarta vez salida de una etapa de la Vuelta y Guipúzcoa acogerá la primera etapa de la carrera por primera vez desde que La Vuelta salió de San Sebastián en 1961. En cuanto a la llegada, en el puerto de Arrate, será la cuarta vez en la historia que su cima acoja la meta de La Vuelta. Curiosamente, en las dos primeras, en 1972 y 1974, el resultado fue el mismo: victoria de etapa para Agustín Tamames con José Manuel Fuente portando el liderato de la carrera. La última vez fue en la edición de 2012, con victoria de Alejandro Valverde.