Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

LA RUTA DE LA VUELTA

La vida en seis segundos del 'Galleta' Fernández

Fernández fue uno de los grandes ciclistas españoles de la década de los 80. Logró dos terceros puestos en Giro de Italia y Vuelta a España.

Alberto Fernández, el 'Galleta'.

Alberto Fernández Blanco nació en Cuena (Cantabria) en enero de 1955, pero se crio en Aguilar de Campoo, donde estuvo desde los 7 hasta los 25 años, cuando se casó con Inmaculada Sainz Cossio y se trasladó a Santander. Su apodo de El Galleta viene de sus tiempos en la localidad palentina, donde hubo una gran industria, principalmente de Fontaneda, pero también de Gullón, que aún sobrevive en el municipio, Ruvil, Tefe y Fontibre. En los años 60, nueve de cada diez galletas producidas en España eran aguilarenses. Allí reposan, también, los restos del matrimonio, fallecido el 14 de diciembre de 1984 en un accidente de tráfico.

Alberto, de 29 años, e Inmaculada, de 24, regresaban de Madrid cuando impactaron de frente contra un coche de matrícula francesa en el km 140,7 de la Nacional I, a la altura de Pardilla, cerca de Aranda de Duero. Los dos fallecieron en el accidente, al igual que el conductor del otro vehículo, Lucien Lapey Roux, de 53. Dejaron un hijo de tres años, Alberto Fernández Sainz, que con el tiempo también se convirtió en ciclista con el Xacobeo.

Alberto Fernández, el padre, venía de una fiesta que se celebró el día anterior en la sala Windsor de la capital, presentada por Eloy Arenas, donde recogió el Premio Superprestigio-Unipublic como mejor ciclista de la temporada, por delante de Peio Ruiz Cabestany, Julián Gorospe e Iñaki Gastón. Aquel año, el cántabro había perdido la Vuelta por solo seis segundos ante el francés Eric Caritoux, lo que le produjo un gran disgusto, pero también las simpatías del país. "Sé que España entera me quiere", dijo en una entrevista publicada póstumamente por AS el mismo día que se informaba de su fallecimiento.

Fernández fue uno de los grandes ciclistas españoles de la década de los 80. Aquel podio se une a los dos terceros puestos que logró el año anterior en el Giro y en la Vuelta, en los que también consiguió victorias de etapa. La tragedia frenó aquella progresión.