La segunda etapa de la Vuelta tendrá en el puerto navarro de San Miguel de Aralar la clave de la jornada, tanto en su duro ascenso como en el descenso que lleva a meta.
Una de las etapas que más sorpresa pueden causar en esta Vuelta 2020 es la que transcurre entre Pamplona y Lekunberri. En territorio navarro, donde se pondrán a prueba los protocolos en una zona al borde del cierre por la pandemia, se vivirá una jornada "muy pensada" en su recorrido que pondrá a prueba el liderato de Roglic. El trazado tiene un punto clave: San Miguel de Aralar. Un lugar sobre el que se han escrito numerosas leyendas alrededor de la figura de Teodosio de Goñi, el fundador del Santuario de San Miguel que hay en la cima, después de que el Arcángel le librara de ser devorado por un dragón.
A ese lugar de cuento, ubicado en el km 134 tras un recorrido por la ribera del Ebro con dos cotas previas, se asciende a través de una dura subida de casi 10 km cuya media ronda el 8% y que, nada más empezar, hay pendientes del 15%. Todo, además, por un camino en el que los numerosos tramos de cemento que se encontrarán los corredores multiplicarán el esfuerzo. Todo hace pensar que, a poco que haya ataques, se pueden hacer diferencias.
Pero, si hacia arriba puede ser un puerto decisivo, también lo será su descenso, ya que desde la cima hay 17 km de bajada hasta la meta de Lekunberri, en una apuesta clara por un estilo de etapas con finales hacia abajo muy del gusto de los aficionados, por las diferentes variaciones tácticas frente al clásico final en alto.
"La subida a San Miguel de Aralar va a marcar la carrera ya que, aunque no es final en alto, muchas veces vemos cómo un puerto colocado de esta forma tan estratégica genera más diferencias que las clásicas llegadas en subida. Y este ascenso me parece bastante duro, como para que sufran aquellos que no han llegado en un gran estado de forma. Tampoco pienso que los velocistas presentes en carrera puedan tener la capacidad de llegar con los favoritos. Habrá que estar muy pendiente del descenso, y más si la climatología no acompaña, porque la bajada puede ser más importante incluso que el ascenso. Dicho esto, todo dependerá de los movimientos y no creo que nadie esté dispuesto a arriesgar demasiado en la segunda etapa".
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Una etapa en la que pueden tener éxito corredores polivalentes que se metan en una fuga con éxito o tengan cierto margen para poder escaparse tanto en la subida como en la bajada a Aralar. El abanico es amplio, aunque la previsible batalla por la general también indica que los líderes llegarán en un buen puesto, y más tras la criba que supuso la primera jornada de Arrate.
Apuntes históricos
Pamplona ha sido históricamente una ciudad referencia de La Vuelta. Hasta en más de 40 ocasiones ha sido salida o meta de una etapa, la última en 2014, como inicio de una jornada con final en San Miguel de Aralar (ganó Fabio Aru), puerto que se volverá a ascender aunque en esta ocasión no será la meta. Ese honor se otorga a la localidad de Lekunberri en lo que será el primer final inédito de la carrera.
Puerto de Guirguillano
(Km 29,2)
Un clásico del ciclismo navarro sin demasiada pendiente que puede ser el lugar ideal para consolidar la fuga. No obstante, en la pasada edición, las escapadas fueron habitual fuente de triunfos. Uno de los más recordados llegó pronto, en la quinta etapa con final en Javalambre, protagonizado por Ángel Madrazo (Burgos-BH).
Estella
(Km 61,4)
La localidad de Estella verá pasar la carrera en su reencuentro con el ciclismo en este 2020, después de que su clásica prueba, el GP Indurain, se tuviera que cancelar en 2020. Una localidad de referencia en el deporte de la bicicleta que al menos contará con la visita de La Vuelta.
Un puerto rugoso
(Km 125)
La ascensión a San Miguel de Aralar cuenta con una particularidad a la que se deben enfrentar en ocasiones los corredores: el puerto no está asfaltado en su totalidad, sino que tiene numerosos tramos de cemento. Una superficie en la que es mucho más complicado hacer rodar la bici y que, unido a la pendiente, produce un gran desgaste.
San Miguel de Aralar
(km 134,7)
Tras casi 10 km al 8%, en la cima del puerto navarro se podrá comprobar las opciones de victoria y de abrir hueco en la general de los diferentes aspirantes. Pero tampoco tomarse mucho respiro ya que les espera una larga bajada hasta la meta ubicada en Lekunberri.
Meta
(Km 151)
Los ciclistas que hayan acabado en cabeza la selección de San Miguel de Aralar deberán tener la pericia de mantener su posición en la larga bajada hasta Lekunberri, un descenso que también puede llegar a ser decisivo. Los últimos kilómetros, ya en la localidad navarra, dirimirá quiénes son los triunfadores de la etapa.
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1 Muralla de Pamplona
La Muralla y Ciudadela de Pamplona, que consta de cinco kilómetros de recorrido, comenzó a construirse en el año 1515 como consecuencia de la incorporación del reino de Navarra a la Corona de Castilla durante el siglo XVI, y debido a la situación estratégica de la ciudad. Pensada para soportar ataques de artillería, por su proximidad con Francia, constituye uno de los complejos bélicos más interesantes y mejor conservados de España. Su cercanía con el país galo es motivo del dicho de “Pamplona es la llave de España”, según documentos de los siglos XVI y XVII, ya que si los franceses querían tomar España tenían que pasar por Pamplona.
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2 Palacio de los Reyes de Navarra
El Palacio de los Reyes de Navarra, también denominado Palacio de los Duques de Granada de Ega, se sitúa en la Plaza de San Martín en la localidad de Estella, a orillas del río Ega y cerca de Logroño y Pamplona. Levantado en la segunda mitad del siglo XII, y declarado Monumento Nacional en 1931, es uno de los tesoros de la ciudad y el único ejemplo de románico civil de Navarra. Hoy, y desde 1975, el Palacio es sede del Museo Gustavo de Maeztu. El Palacio llama la atención por su planta rectangular con una bella fachada, articulada en tres cuerpos y dos torreones. Además, en el capitel inferior de la columna izquierda, se distingue la narración de un episodio de la lucha de Roldán y Ferragut.
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3 Sierra de Urbasa
La Sierra de Urbasa, o Parque Natural de Urbasa y Andía, es un extenso parque de prados y frondosos hayedos situado al oeste de Navarra. Uno de sus atractivos turísticos más destacados y lugar de inicio de muchas rutas de senderismo es el Nacedero de Urederra (“agua hermosa” en euskera) , donde las cascadas, las pozas y el color, especialmente el turquesa, se juntan para dejar fotos espectaculares, tanto con el móvil como retenidas en la memoria. Hay rutas de todo tipo, desde las más familiares hasta para los más experimentados en la montaña.
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4 Balcón de Pilatos
El río de Urederra brota de un muro rocoso llamado el Balcón de Pilatos. Con una caída de 300 metros de altura, este impactante lugar situado al sur de la Sierra de Urbasa es también conocido como el Mirador de Pilatos, por sus maravillosas vistas al completo del valle de Améscoa y del nacedero del río Urederra. La mejor manera de que no se te escape ninguna panorámica es bordear el mirador (siempre con precaución).
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5 Santuario de San Miguel de Aralar
Ubicado en la Sierra de Aralar, este Santuario, uno de los centros de espiritualidad más famosos de Navarra y de más de mil años de historia, está emplazado en un lugar estratégico cerca de la cima del monte Artxueta. Fue construido en la primera mitad del siglo XII como ampliación de un edificio románico de principios del siglo XI. El edificio está escasamente decorado y la capilla se construyó entre 1170 y 1180. En su interior está el Retablo de Aralar, una obra de arte de 2 metros de longitud por 1,14 de altura que preside el presbiterio del templo. En 1979 el Retablo fue robado por el famoso ladrón de obras de arte Eric ‘El Belga’, pero afortunadamente entre los años 1981 y 1985 se recuperaron 16 de los 18 medallones robados y 191 piedras preciosas de las 286 sustraídas. Volvió al Santuario en 1991.
