Desafío y fiesta para Movistar+ y las radios
La Champions, la que da y la que quita, nos ofrece hoy una jornada turbulenta, 18 partidos con pasiones entrelazadas. Una tormenta loca, loca, loca en la que la posición final de cada cual en esta fase de liga no depende de lo que haga hoy, sino también de lo que hagan los que están a su alrededor. Sólo dos partidos, Sturm Graz-Leipzig y Young Boys-Estrella Roja, no sirven para nada. Los otros 32 equipos se juegan terminar en el Top 8, quedar entre los 16 del ‘aurea mediocritas’, sea en la primera o la segunda mitad, que no es lo mismo, o caer despeñados. Y todos pendientes hasta el último segundo de sus cruces posteriores.
Un desafío para los medios, particularmente las radios, que trepidarán, y sobre todo Movistar+, que pondrá en danza 19 canales, uno por partido más otro para un carrusel que preveo diabólico. Cada encuentro tendrá su narrador, y también habrá un comentarista salvo en los dos partidos inútiles. Imagino y agradezco como cliente el esfuerzo de la casa, mientras dudo qué hacer: ¿saltar entre el Madrid, el Atlético y el Barça con alguna miradita al City? ¿Abrazarme al Multifútbol? Y en este caso, ¿caben en 90 minutos tantos goles, quizá más de 50, más penaltis, tiros al palo, expulsiones, lesiones y demás?
Este nuevo formato de Champions tiene dos tipos de detractores: los que se sentían cómodos con el anterior y los devotos de Florentino, para los que todo lo que no sea su fantasmagórica Superliga son ‘leches migás’. Pero a mí me gusta, y no sólo porque ha eliminado partidos inservibles (ya vemos, sólo dos en toda la fase), sino porque ha estimulado los marcadores altos y dado lugar a una emocionante interdependencia entre resultados de partidos lejanos. Hoy viviremos algo así como la traca final de esta fase de liga y por delante queda lo mejor: las eliminatorias a mata-mata, desde dieciseisavos para los 16 del grupo medio.