Llámales cobardes

Ante la invasión rusa de Ucrania la única reacción posible es la del rechazo total. Sin peros, sin matices, sin medias tintas, pero la FIFA no está acostumbrada a expresar y mantener posiciones de firmeza ante lo que ellos llaman política y que en realidad quiere decir dinero. La Fórmula 1 ha cancelado el Gran Premio que debía celebrarse en Sochi el próximo mes de septiembre, la final de la Champions ha cambiado de San Petersburgo a París y la Federación Internacional de Natación (FINA) ha cancelado varias competiciones en suelo ruso. Además, Polonia, la República Checa y Suecia ya habían anunciado su negativa a disputar sus partidos con Rusia para la repesca del Mundial y se esperaba una decisión contundente por parte del máximo organismo del fútbol mundial. El comunicado, sin embargo, fue ridículo. Al parecer, se creen que si no le llaman Rusia, no hay bandera, ni himno, nadie se dará cuenta de que es Rusia. No ha colado, claro.

Infantino y Putin.

"La decisión de la FIFA es totalmente inaceptable. No estamos interesados en participar en este juego de apariencias. Nuestra posición permanece intacta: la selección polaca no jugará contra Rusia, se llame como se llame el equipo", sentenció el presidente de la federación polaca, Cezary Kulesza. A Gianni Infantino (al que Putin condecoró con la medalla de la Orden de la amistad tras el Mundial de 2018) y compañía les quedaban pocas salidas: o vetaban a Rusia o echaban de la competición a Polonia, República Checa y Suecia.

Como las reacciones han sido firmes -Inglaterra, Francia, Países Bajos y Dinamarca se han unido a la petición de boicot- era previsible que la FIFA diera marcha atrás (lo hizo en la tarde de ayer) amparándose en la resolución de la ONU, pero ya han quedado retratados y en la foto aparecen como lo que son: unos burócratas cobardes. Ojalá que ahora que algunas federaciones se han dado cuenta de que pueden dejar de decir 'sí, señor' a lo que ordene la FIFA continúen por la senda de la rebelión y se fijen en que el Mundial se disputa en Qatar, que no es precisamente la tierra de la libertad.