Una nueva Juve tras el mercado invernal

Dos fichajes para cambiar el ánimo. La Juventus está viviendo una temporada deprimente, pero sobrevivió ganando su grupo de Champions pese a coincidir con el Chelsea y se mantuvo a una distancia razonable de las cuatro primeras posiciones en la liga italiana. Sus rivales no la remataron cuando agonizaba, y ahora, tras el mercado invernal, amenaza con despertar. La llegada del goleador Dusan Vlahovic ha generado una enorme expectación: su eficacia está más que contrastada tras su periplo en la Fiorentina, y es capaz de fabricarse goles tanto cuando dispone de espacios como cuando no los hay. La incorporación en la medular del dinámico internacional suizo Denis Zakaria también ha mejorado al equipo, que había perdido poderío físico en esa zona y que echaba de menos a un futbolista de un perfil que se había quedado cojo desde los tiempos de Matuidi y Pogba. Si a esas dos contrataciones le sumamos una buena dinámica en liga —doce partidos consecutivos sin perder que le han permitido alcanzar la cuarta plaza—, parece evidente que el estado de ánimo del conjunto turinés es, como mínimo, el mejor de la temporada. Es cierto que el empate a uno en el derbi del pasado fin de semana debe considerarse como un tropiezo, pero en general el año 2022 está siendo bueno.

Bajas sensibles en el eje de la defensa. Con Chiellini completamente descartado y mucha incertidumbre sobre el estado físico de Bonucci y de Rugani, Massimiliano Allegri podría verse obligado a alinear a Danilo como central formando pareja con De Ligt. Ante el Torino ya tuvo que improvisar con otro lateral, Alex Sandro, acompañando al neerlandés, y de hecho le costó caro porque el gol de Belotti llegó tras una acción en la que los dos centrales estaban demasiado separados. Es cierto que Danilo es un futbolista polivalente al que hemos visto actuar como centrocampista y también como lateral a pie cambiado, pero en el eje de la zaga tiene muy poca experiencia. Una circunstancia que el Villarreal tratará de aprovechar.

Solo Cuadrado da amplitud. Las lesiones de larga duración de Chiesa y Bernardeschi han privado al cuadro turinés de dos de sus especialistas en los costados. Allegri viene jugando últimamente sin extremos, dibujando un tridente en el que Morata y Dybala se ubican por detrás de Vlahovic pero alejados de las bandas. El argentino sufrió una ligera dolencia en el derbi y se perderá el choque de La Cerámica, por lo que el preparador italiano podría cambiar el sistema: o dar entrada a McKennie y dibujar un 4-4-2 con mucha tendencia al juego interior o dar la titularidad a Cuadrado y formar un trío de ataque asimétrico, con el colombiano pegado a la línea de cal y Morata mucho más centrado pese a partir desde la izquierda.

Arthur-Rabiot, una pareja para querer la pelota. El excentrocampista brasileño del Barcelona podría iniciar el partido como titular en la demarcación que ocupó Locatelli frente al Torino. Rabiot jugaría como interior, un poco más arriba pero bastante cercano. Esa conexión le permitiría a la Juventus tener dos jugadores de buen pie para asociarse y competir por la posesión de balón. De hecho, aunque los italianos no suelen alcanzar porcentajes muy altos de tenencia de la pelota, un guion de partido con dominio alterno parece el más probable.

Lo más visto

Más noticias