Pacheta encuentra el camino

Cambio de sistema y cambio radical de imagen. Muy buen partido del Real Valladolid que tendrá que ser ratificado el viernes en Ponferrada. La goleada pudo y debió ser mayor, pero queda la gran duda de si las facilidades que dio el Alcorcón contribuyeron a lo visto de forma decisiva. Un partido como el de ayer, repetido en El Toralín y ante rivales de mayor postín, despejaría de manera definitiva con las dudas. Pero puestos a analizar lo hecho por el conjunto blanquivioleta, habrá que reconoce que entre lo visto en Burgos y lo de ayer media un absoluto abismo.

La sensación es que Pacheta, que no quiere dar el brazo a torcer con la idea de jugar con tres centrales, ha dado con la tecla. Los laterales llegaron tanto o más que antes, los dos extremos, especialmente Plata, fueron el complemento ideal para romper por banda y poner balones a los dos delanteros, que pudieron ponerse las botas haciendo goles de haber estado un poco más afortunados en el remate. Queda la duda de saber si la pareja Aguado-Mesa podrá mantener este nivel ante rivales de más categoría, pero por lo visto anoche, merece la pena seguir apostando con ellos de salida, para buscar soluciones tiempo hay.

Y más allá de la importancia de los tres puntos y del buen juego ofrecido está la dosis de calma y confianza que el partido ha aportado. El debate sobre si hay plantilla ha quedado aparcado quien sabe si definitivamente. Las dudas sobre Pacheta, diluidas. El miedo a descender, borrado. Es lógico. Pasamos del blanco al negro con una facilidad pasmosa. Ni las cosas estaban tan negras tras las tres derrotas ni está todo solucionado tras ganar al Alcorcón. Van siete partidos, se siguen corrigiendo cosas y hay muchísimo camino por recorrer. Y como siempre digo, desde la tranquilidad y el sentido común. Sin extremismos que a nada llevan. Será una semana para disfrutar, corta y con victoria y antes de visitar al mejor equipo local de la categoría, la Ponferradina de Bolo, que lo ha ganado todo en su campo y que no ofrece concesiones. Ese sí va a ser un examen de envergadura. Si los de Pacheta lo aprueban, pasaremos a ver el vaso que estaba medio vacío, medio lleno. Al tiempo. Y si la cosa sale mal, volverán las dudas. El fútbol, tan viejo casi como el hilo negro.

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