La temporada española de baloncesto arranca este sábado con la celebración de la Supercopa ACB en Tenerife con dos grandes enigmas, unidos por un solo apellido, todavía sin resolver: ¿Qué será de los hermanos Gasol? Pau terminó la campaña en el Barça con aires de despedida, pero realmente nunca anunció su adiós oficial al basket de clubes. El veterano pívot sigue de vacaciones, sin dar demasiadas pistas de su futuro, mientras que sus compañeros le han dejado la puerta abierta. Así lo dijo hace unos días el capitán, Pierre Oriola, primer perjudicado en minutos con la presencia de Pau. Y también el entrenador, Sarunas Jasikevicius. A la espera de que el mayor de los Gasol se decida o no, en primer término, y de que el club azulgrana determine luego si puede permitirse o no su regreso en plenas restricciones económicas, en segunda instancia, el Barcelona sigue trabajando con lo que tiene y ajustando una plantilla en la que se ha rebelado su estrella, Nikola Mirotic. Mientras, el Barça se enfrenta en semifinales al Valencia, donde milita uno de sus descartes, Víctor Claver. Nada es como era.

Mientras Pau deshoja la margarita, su hermano Marc se ha encaramado a los titulares con una noticia esperada: no seguirá en los Lakers. El fichaje de DeAndre Jordan ya auguraba un desenlace así. El legendario equipo de Los Ángeles ha traspasado al pívot a su primera franquicia en la NBA, los Memphis Grizz­lies, que en realidad sólo serán un puente para la salida de Marc de la liga americana tras 13 años en su seno. El movimiento ha desatado algunas coherentes especulaciones. O quizá sólo ilusiones. Si Marc vuelve a España, ¿lo hará al Barça? Y si viene al Barça, ¿lo hará para jugar con Pau? Desde luego, la imagen de los hermanos Gasol despidiéndose juntos del basket en busca de la Euroliga despierta un evidente interés. Otra historia es que el Barcelona pueda asumirlo.