Intuyo que a Sergio González no le gusta mucho Weissman

Valladolid

La derrota del Real Valladolid en Madrid es de esos partidos que no sirven para casi nada. De entrada, pienso que los partidos ante los grandes sólo merecen la pena si se sacan puntos. Si no, pasemos página, es muy complicado sacar ninguna conclusión. Son partidos que engañan. Los poderosos, hablo de Real Madrid, Barcelona o Atlético, dejan jugar al rival según les convenga. Generalmente, y al Valladolid le está pasando, le dejan el balón, por lo que el juego del modesto es vistoso, pero no le regalan nada. O se les hace daño en las escasas ocasiones de gol que permitan o su mayor pegada se acabará imponiendo. El Valladolid siempre juega bien ante estos equipos, este mismo año fue mejor que el Real Madrid en Valdebebas, pero casi siempre acaba perdiendo. Y así se escribió la historia también ante el Atlético el pasado sábado. Los rojiblancos jugaron a medio gas la primera parte y dejaron creer al Valladolid que podría puntuar. Eso sí, le dieron vidilla hasta la línea de tres cuartos. Los de Sergio fueron ovejitas luceras ante la sólida defensa rojiblanca. En la segunda parte se acabó la broma. Dos golpes directos y los pucelanos a la lona. Un partido sin historia con tres detalles que destacar: el buen primer tiempo de Bruno, la aparición interesante de Roque Mesa, que puede ofrecer cosas distintas al juego del Valladolid y las incursiones de Yanko, que en menos minutos puso más balones al área que Hervías que jugó de titular.

Arriba, si hubiera estado Guardiola habría jugado en punta con Marcos André. Como Guardiola no estaba, Sergio apostó solo por un delantero. Weissman siempre en el banquillo. A Sergio no le convence Weissman, es una evidencia, no hay que ser un lince para intuirlo. Es cierto que el israelí tampoco ha estado muy brillante, salvo en el partido ante el Real Madrid. Es probable que necesite mejorar tácticamente, es posible que en defensa no ayude tanto por alto en las jugadas a balón parado, pero lo que es innegable es que en Austria se le caían los goles y que el club ha pagado cuatro millones por él. Imagino que cuando el club decidió el fichaje sería porque el técnico dio su visto bueno. No quiero cuestionar las decisiones de Sergio, que trabaja cada día con los futbolistas y sabe mucho más que nadie de lo que pasa en su plantilla, pero tengo la sensación de que entre él y Weissman no hay mucho feeling. A la mínima se queda fuera, es sustituido o si juega lo hace en los minutos de la basura. Si se le fichó es porque algo se le vio y el trabajo del mister es lograr la mejor versión del jugador y eso no está pasando. El delantero preferido de Sergio es Guardiola y después de él Marcos André, que ha tirado la puerta a base de goles. Weissman es el tercero, de momento.Su situación puede mejorar, pero también empeorar. Lo que hay que evitar es que se convierta en el patito feo de la delantera del Valladolid. Con Stiven Plaza ya hemos tenido bastante.

Y esta semana otra vez partido en viernes. Tiempo tendremos para hablar del partido con Osasuna, pero el cupo de regalos con los de abajo está completo. Ganar y seguramente salir temporalmente otra vez de descenso. No ganar, y hacer oposiciones para bajar a Segunda. Así está la cosa.

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