Savio: su 'asistencia' a Raúl iluminó París

Todo el mundo recuerda aquella carrera enloquecida, firme, en solitario, surcando los mares sin más objetivo que la portería defendida por su amigo Cañizares. Ese 24 de mayo del año 2000 ha quedado para siempre como el día en el que Raúl firmó su gran gol en una final de Champions (metió otro al Bayer Leverkusen en 2002). Fue en París, la Ciudad de la Luz, en un Saint Denis repleto de españoles. Madridistas y valencianistas compadreaban en la grada, con los primeros eufóricos por ese 2-0 que campeaba en el marcador (goles de Morientes y McManaman).

Raúl regatea a Cañizares.

Pero de lo que nadie habla es de quién le dio el pase a Raúl. Valdano bromea con la 'asistencia' de Enrique a Maradona en el famoso golazo del astro argentino a Inglaterra en México-86. Esta vez no fue tan secundario el pasador, dado que Savio Bortolini, que sólo llevaba tres minutos en el campo, tuvo la vista de habilitar a Raúl con un pase largo, desde campo propio, a la salida de un córner. Ese Valencia fortificado con una medular devorakilómetros (Farinós, Mendieta, Kily y Gerard) se había volcado sobre la portería del imberbe Casillas (19 años) en busca del 2-1. El rechace llegó a Savio, levantó la cabeza y le envió una golosina con paloma mensajera incluida. Raúl inició la carrera de su vida, la más gozosa. Fintó a Cañizares, chutó escorado y birló a Djukic. 3-0. La Octava. De París al cielo...

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