Morata da medio pase y tendrá el mejor cumpleaños posible

Madrid

Balsámico. Morata cumple mañana 27 años y lo podrá celebrar a lo grande, puesto que un gol suyo dio los tres puntos al Atlético en Champions. El delantero madrileño salió al campo con veinte minutos por delante y le metió una marcha diferente al equipo. Le dio esa chispa y esa agresividad que no tenía el conjunto del Cholo. Morata hizo su segundo gol en este ejercicio (el primero lo marcó en la jornada inaugural del campeonato liguero ante el Getafe) y el tanto le dará alas. No ha tenido un buen inicio de año, entre una lesión y lo sucedido ante el Mallorca, y ese tanto puede suponer un antes y un después de Morata en esta temporada. El 1-0 ante el Leverkusen hace que el Atlético tenga grandes opciones de clasificarse, puesto que el conjunto alemán tiene cero puntos. Este triunfo puede hacer que el equipo juegue con menos presión en los próximos compromisos y corta una racha de dos empates consecutivos. El gol de Morata vale medio pase y seguro que tendrá el mejor cumpleaños posible con ese tanto. El punta lo celebró en el banquillo haciendo una piña con todos sus compañeros, conscientes todos de lo que supone ese tanto.

Sin encajar. El Atlético, por otro lado, no encajó ante el Leverkusen y Simeone estará contento en este sentido. Si el equipo madrileño no recibe gol tiene muchas opciones de ganar. Oblak apenas tuvo que intervenir y el Atlético cerró bien los espacios ante un conjunto que mostró calidad en la mayoría de sus futbolistas. Se lesionó Giménez y el Atlético se encuentra con un problema que le es habitual: de los cuatro centrales dos se han lesionado. Felipe y Hermoso cuajaron un buen encuentro. Felipe, a su nivel y Hermoso fue de menos a más. Empezó como nervioso, pero luego fue mejorando y acabó en ese central que destacó tanto en el Espanyol. El Atlético ha dejado su portería a cero en 23 de los 32 partidos que ha disputado en casa en Champions con Simeone en el banquillo. Para el entrenador rojiblanco es básico no encajar goles y menos en el Wanda Metropolitano.

Fortaleza. El Atlético en Champions mantiene un camino recto y con fe hace los deberes. Empató ante la Juventus y ganó a Lokomotiv y Leverkusen. Parece un grupo sencillo, pero también un tanto traicionero. El Leverkusen siempre ofreció resistencia en las anteriores visitas a Madrid y en esta oportunidad no fue diferente. Por cierto, casi 57.000 espectadores en las gradas, un martes y a una hora complicada. Enhorabuena a esa afición que sigue al pie del cañón, al lado del equipo, con los suyos...

Koke. El capitán no atraviesa por un buen momento. Lo sabe desde el primer hasta el último seguidor del Atlético. Tenía una tarjeta y Simeone lo cambió. Lógico y normal. Y el Cholo pidió a la grada aplausos para un futbolista que es santo y seña del equipo, que es el eje entre los que se fueron y los que han llegado. Koke recibió silbidos y también el cariño de la grada y lo mejor es que siempre lo intenta. No es de los que se esconde. Tampoco está bien Saúl y Thomas ha bajado algo su nivel. Pero el equipo pelea y lo da todo. Por cierto, el banquillo le dio al equipo lo que no tenía. El gol fue una apertura de Lemar a Lodi y pase del brasileño para que Morata rematara. Lemar, en estos partidos en los que no estará João Félix, tiene que volver a asumir ese rol de futbolista que debe dar el último pase.

El juego. El Atlético no desplegó un gran fútbol, pero era lo de menos. Lo fundamental era llevarse los tres puntos en juego y no sufrir un tropiezo inesperado. En Champions los errores se pagan y el Atlético, hasta ahora, no los ha tenido.

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