La fragilidad entre líneas y el doble ‘nueve’ de Sergio

La superioridad. Más desahogado tras la imprescindible victoria contra el Girona que le coloca fuera del descenso, el Valladolid pone en juego su mejoría reciente contra un Atlético empeñado en consolidar su segundo puesto. Conoce Sergio González que las posibilidades de su equipo pasan por mantener la solidez que mostraron entre semana. Las concesiones individuales evitables atrás y su pelea con el gol han abocado al Valladolid al sufrimiento extremo. La baja por sanción de Kiko Olivas y la duda sobre el estado físico de Calero podrían aumentar los apuros defensivos. El Valladolid tratará de impedir las progresiones interiores del Atleti. Con Morata y Griezmann viniendo a recibir y los apoyos de los teóricos futbolistas de banda, es capaz de saltar líneas con precisión. Ante el Valencia pudo hacerlo en muchos momentos, incluso adelantando a Saúl a una altura similar a la de Morata en la primera media hora cuando tenía el balón. A Griezmann le llegaron 58 pases. Sergio intentará minimizar la superioridad numérica rojiblanca estrechando la distancia entre los centrales y los pivotes y con algunas coberturas por dentro de los laterales, a riesgo de quedar desabrigado en las bandas.

Pérdida y problema. Otra circunstancia del juego peligrosa para el Valladolid estará relacionada con su posesión y los ataques en transición del Atleti. En el partido de ida sufrió por la posición de Griezmann a la espalda de Nacho. La valentía ofensiva del lateral propone una salida asumible para el rival en caso de que el Valladolid pierda en lugares o situaciones sensibles. Griezmann se aprovechó de esta debilidad alejándose de Nacho, los centrales y el pivote para recibir cómodo y construir después con libertad. El Atleti podrá beneficiarse de este recurso si logra recuperar en zonas ofensivas o medias para coger por sorpresa a los de Sergio. Su media de robos en campo contrario sube a los 17 por partido. Michel y Alcaraz son futbolistas de buen pie, pero no ajenos al error en entregas aparentemente sencillas que desajustan al bloque. Asimismo, el Valladolid siempre está expuesto a su indolencia en el balón parado. Ha recibido 14 goles en la estrategia como fue el decisivo de Griezmann en Pucela. Sergio propone un marcaje mixto, pero su equipo pierde los duelos de forma preocupante. En las faltas laterales o frontales sitúa la línea en el punto de penalti.

De la banda al centro. Si el Valladolid alcanza cierta estabilidad defensiva durante el encuentro, también podrá organizar mejor sus ataques. Es un equipo muy activo en las bandas. Sergio otorga galones a los laterales. Aunque hoy se espera una versión más contenida de ambos, las incorporaciones de Antoñito —Moyano es menos atrevido—y Nacho aspiran a generar opciones ventajosas con los extremos para desequilibrar con centros (17 por choque). Sergio ha afianzado su apuesta por el doble nueve que tanto le agrada. La movilidad de Sergi Guardiola y el fútbol de espaldas de Ünal se complementan bien, ayudan a establecerse en campo rival y llenan el área. Esta doble presencia exige en ocasiones la ayuda de los centrocampistas contrarios a sus centrales y descongestionan las llegadas desde atrás de Alcaraz y Míchel, jugadores con gran golpeo como confirmó el segundo en el gol salvador contra el Girona. El Valladolid está muy vivo.

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