Ganar al Girona y respirar

Llegó el día. Ese que ya no va a dejar casi margen para mirar atrás. Hasta ahora, las balas gastadas no eran las últimas. Ya sí, cada error tendrá carácter de casi definitivo. Pero es un día para la ilusión y para la esperanza. Llega el Girona a tiro de piedra, a dos puntos de distancia. Si el Real Valladolid gana saltará esta noche en la tabla por encima de los catalanes, del Levante y del Celta, quedando a la espera de lo que hagan mañana los valencianos ante el Betis y los gallegos en el campo del Español. La de esta noche es la gran oportunidad para el equipo de Sergio. Puede que no vuelva a tener otra igual para enderezar el rumbo y salir de los últimos tres puestos de la clasificación. Tras merecer ganar al Getafe y después de ver como resucitó el equipo en Vitoria hay razones para creer. Toda una ciudad y una afición vuelven a estar detrás.

El 23 de abril es un día de buenos recuerdos para el club pucelano. Hoy hace doce años se llenó la Plaza Mayor para recibir al equipo que regresaba de Tenerife con el ascenso en el bolsillo. Hoy debe estar cerca del lleno Zorrilla, para demostrar que aquí nadie tira la toalla. Y llega el Girona de Eusebio y Onésimo, dos ex del Valladolid que hoy no van a regalar nada, como es lógico. Un Girona tocado, que acumula cinco derrotas consecutivas, que llega tan asustado como todos los que están ahí abajo, pero cuidado, que fuera de casa es un enemigo letal. No caben errores de bulto ni flagrantes como los de Yoel en Vitoria. Es un día para no complicarse, para decidir bien, para valientes y no para alocados. Para darlo todo, con orden y con acierto. Y para soñar. Un día para ganar y respirar.