Solari aprueba en Barcelona
A pesar de que la suplencia de Messi deja el examen en categoría de parcial, la evaluación que pasaba Solari en el Camp Nou ha resultado positiva. Las decisiones de salida tomadas por el técnico blanco dieron al equipo el vigor y atrevimiento que necesitaba en ataque para demostrar al Barcelona que no iba a salir a protegerse, como sorprendentemente hizo hace poco tiempo en el campo del Betis. Pocas cosas pueden ser tan justas y necesarias como la titularidad de Vinicius, que ha despejado todas las dudas que pudiera haber con los "galones" de algunos veteranos. El desparpajo del niño necesitaba el refrendo de una titularidad en plaza grande y respondió al reto notablemente. Lo de Lucas Vázquez también era de cajón, primero porque su solidaridad era fundamental para que Jordi Alba no hiciera estragos por su banda como en el partido de Liga, y segundo porque su valentía le lleva siempre al área rival.
La suplencia de Bale, la misma semana que el galés declaraba seguir sin entender por qué no había sido titular en las últimas finales de Champions, fue un mensaje al vestuario y al palco. Poniendo a Marcos Llorente también acertó, quitando del foco a Casemiro, un jugador muy buscado por los azulgrana. Eso sí, la nota del entrenador argentino bajó bastante con lo de Marcelo, fuera de forma y perdido es increíble que decidiera conceder esa ventaja. Como en las ruedas de prensa Solari no explica nada, nunca conoceremos su versión de los hechos. Y otra cosa le faltó a su equipo, el gol, pero ese problema no es del entrenador.