Una Copa para hacer pruebas

En el Girona la Copa siempre se ha vivido como una molestia. Una china en el zapato con la que se convivía, como mucho, un par de rondas y que luego convenía expulsar para no condicionar el devenir de la Liga. Ahora la cosa es diferente. En Primera se entra en liza más tarde y Eusebio no es Machín. Ni con la plaga de lesiones manifestada en todo su esplendor el técnico renunció a este torneo y creo que, a pesar de la que sigue cayendo, le voy a dar la razón. Sin la Copa no hubiéramos descubierto a Valery o Andzouana. Montes no habría podido meter un gol que ha acabado siendo catalizador en su juego y quien nos dice que esta ronda no pueda ser la de Pachón o Paik.

Vistos los problemas para fichar, la Copa es como un pista de despegue para estos jugadores del filial que, en un momento dado, pueden echar una mano en la Liga. Y no olvidemos que fue en la Copa donde Eusebio encontró el doble pivote que ahora es la referencia. Pons y Aleix García fueron el plan B en el partido de ida en Mendizorroza y hoy son el A. Tampoco les va a ir mal al Lozano y a Doumbia. La única línea roja que no se puede cruzar es arriesgar con Stuani y Pedro Porro. Bien hecho.

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