El fútbol como herramienta para el Nobel de la Paz

La FIFA entra en año electoral y su presidente, Infantino, está en modo conciliador. De momento él es el único candidato a ser reelegido el 5 de junio próximo en París, aunque hasta el 4 de febrero hay tiempo para presentar candidaturas.

En este escenario, el propósito de Gianni Infantino es ir cerrando heridas usando el fútbol como herramienta. Su sueño íntimo es conseguir para la FIFA el Premio Nobel de la Paz. Quiere lograrlo con el balón como arma diplomática. Para empezar, su idea de ampliar el Mundial de Qatar de 32 a 48 países pasa por convencer al organizador de compartir su Copa del Mundo con sus vecinos, que llevan año y medio imponiéndole un férreo bloqueo comercial y un duro aislamiento diplomático. Desde Doha, con la prudencia que les caracteriza advierten que "antes de hablar sobre la ampliación del Mundial habrá que ver el estudio de viabilidad de la FIFA, que no estará listo hasta marzo", según dijo el CEO del Mundial 2022, Hassan Al Thawadi.

La cautela en Doha ante la idea de Infantino se tornó audacia en Emiratos Árabes, uno de los que apoyan el bloqueo a Qatar junto a Arabia Saudí, Bahréin y Egipto. Aref Al-Awani, director de la Copa Asiática y alto funcionario del gobierno de Emiratos aseguró que "mi país está dispuesto a ayudar si se lo pide la FIFA. Es indudable que el Mundial tendrá impacto en toda la zona, no sólo en Qatar".

La FIFA tiene otra carta en la manga. Su vicepresidente, Salman bin Ibrahim Khalifa, es de Bahréin y podría mediar ante su gobierno para levantar el bloqueo a Qatar. El problema es que también hay elecciones en la Confederación Asiática y que frente a Salman bin Ibrahim Khalifa, que aspira a la reelección, estará el qatarí Saoud Al Mohannadi.

Si Infantino fuera capaz de levantar el bloqueo repartiendo el Mundial, su siguiente objetivo sería aprovechar la Copa del Mundo de 2026 para que Estados Unidos y México, los organizadores junto a Canadá, dejen en evidencia el muro de Trump. El balón estaría en juego en ambos países mientras una valla separa ambos territorios. Absurdo.

Para cuadrar el círculo, la última idea de Infantino para promocionarse al Nobel de la Paz sería apoyar la candidatura conjunta de Marruecos, España y Portugal, con distintas culturas y religiones, al Mundial 2030. Los tres próximos Mundiales encierran tres retos enormes que sí, podrían aspirar a un Nobel.

Lo más visto

Más noticias