Saludo al campeón

El Madrid ganó otra vez el Mundial de Clubes. Tres veces consecutivas es un récord que remite a este equipo en las distintas competiciones de su historia. Fue el legendario Pentacampeón, y después de esas cinco copas europeas siguió ganando, con la constancia con la que lo impulsó a la historia don Alfredo Di Stéfano. En este periódico de tan ilustres madridistas, apasionados de colores y de fútbol, felicito a los aficionados y a los que han ganado. Y si hubiera un símbolo al que felicitar, dentro del equipo, el héroe es sin duda Marcos Llorente, autor de un gol y artífice de un fútbol que parece el resultado de una leyenda.

Gento y Matías Prats

Esa leyenda del fútbol pasa por el campo y por la radio. Llorente proviene de una familia cuya figura más señera es don Francisco Gento, el genial extremo izquierdo que, haciendo pareja con Di Stéfano y trío con Puskas, sembró de pánico las defensas de mi equipo, el Barça, y la retaguardia de Europa y del mundo. En Carrusel hicieron el resumen de las familias de las que proviene el joven Llorente, y mientras decían nombres y apellidos yo recordé aquella obsesión del genial Matías Prats por rastrear entre los jugadores de campo conexiones familiares.

Decir el fútbol

Don Matías Prats decía los nombres que integraban los equipos como si estuviera al frente de un registro civil. Ahora, en Carrusel y en otros programas, hay aún gente que recuerda estos nombres de leyenda que están en la historia del fútbol dicho, servicio de inagotable inspiración para seguir sintiendo esa pasión que desató siempre el fútbol retransmitido. Ahora tenemos gente así, capaz de trascender las propias jugadas para glosarlas, para relacionarlas con técnicas, estrategia e historia. Michael Robinson está en ese renglón que el fútbol agradece y que yo saludo con devoción. Él llegó del fútbol hecho al fútbol dicho.

Humanista Michael

Ahora Michael está en una batalla más, esta vez por la salud, palabra mayor de la vida. Él mismo anunció su circunstancia, un cáncer que aspira a vencer, contra el que lucha. Lo dijo con la misma sensatez tranquila con que describe, en Movistar, antes en Canal +, lo que sucede sobre el césped de los estadios. A principios de los años 90, Juan Cueto y Alfredo Relaño lo llevaron a los micrófonos de la retransmisión deportiva. La leyenda dice que Cueto lo conminó a no perder el acento inglés que ahora es célebre. Pero fue más lo que aportó: el conocimiento y el sentido común, el humanismo aplicado al deporte.

De cualquier equipo

Nadie puede decir, por ejemplo, que él haya ido con este o con aquel equipo mientras retransmite; lo que hace es contar lo que ve como si viera por primera vez las jugadas pero tuviera memoria de todas ellas. Ser de un equipo, por otra parte, es una capacidad lógica del aficionado. Pero puesto a contar es mejor olvidarse un poco de la pasión. Vi el Barça del sábado; no me gustó. Carrusel propuso un debate: Arthur o Vidal. Rocco Dozzini, un sabio del fútbol, apasionado de la literatura, me ilustró por whatsapp. Vidal es fantástico si quieres ganar, pero si quieres jugar como el Barça…

Jugador enigma

Es un jugador enigma Arturo Vidal. Comenzó siendo un contradiós con respecto al Barça, hasta en el comportamiento fuera de la cancha. Sin él probablemente el Barça sería más estética y menos movilidad. Descubrí a Rocco entre los espectadores del Camp Nou, y estuve hablando con él de estas cosas. Lo enfocaron en la retransmisión porque es el agente de Murillo, el nuevo central del Barça. Es, además, un gran lector de literatura española que organiza en su ciudad, Perugia, un festival anual de nuestras letras… El fútbol te da sorpresas, y alegrías, como la voz narrativa de Michael Robinson.

La frase

"Si llegas a hablar bien el español te echo de Canal +", Juan Cueto a Michael Robinson