Inglaterra mandó el recado en noviembre del año pasado. Aquel 0-0 fue la primera vez que la Brasil de Tite que venía atropellando a todos en la clasificación sudamericana pareció humana. Los ingleses se cerraron con dos líneas. Una línea de cinco y otra de cuatro en la defensa. Y Brasil no logró hacer nada contra la muralla inglesa. AquEl partido se transformó en una obsesión de Tite desde entonces. El entrenador se dio cuenta que su equipo no sabía jugar contra equipos así.