España suspende en deporte

Al próximo secretario de Estado para el Deporte le espera una apremiante tarea. Los deberes se los ha puesto el mundo federativo a través de un estudio encargado por la ADESP a la consultora Deloitte, que ha financiado parcialmente el propio CSD. Llevábamos un tiempo escuchando sin datos que el deporte español recibe menos ayudas que los países de su entorno. Ahora ya existe un informe rotundo que lo confirma. En una comparativa con otros diez países, España está a la cola. De los cinco parámetros analizados, sólo resiste en la media en integración social, gracias a las políticas en los deportes adaptado y femenino, donde además el sector privado ha encontrado un beneficioso retorno de imagen. Suspendemos en el resto: gestión organizativa, estructura financiera, desarrollo deportivo y rendimiento.

Los éxitos en los deportes más mediáticos, ese cántico de “soy español, ¿a qué quieres que te gane?”, han eclipsado la realidad. El deportista español hace milagros. Pero, como dijo José Hidalgo al final de su exposición, ahora existe “una herramienta para la reflexión”. La nueva Ley del Deporte debe recoger estas nuevas necesidades cuanto antes. La ADESP también reclama un plan estratégico del Deporte, con planificaciones a cuatro años, y cambios en la fiscalidad y la financiación. Sería un error que el único mensaje que quedara es que hay que aumentar la subvención pública. La crisis zarandeó al deporte, pero también le enseñó a gestionar mejor. Hay que aplicar esos aprendizajes. Pero, sobre todo, hay que buscar un modelo diferente. La comparación con otros países ya nos ha puesto en la pista.