Nacho, otra vez al rescate

Nacho siempre tiene el móvil operativo. Cuando le llaman a filas para apagar un fuego, ahí está sin rechistar para echar una mano. O las dos. Jamás ha puesto pegas a su inexplicable situación. Pese a ser el central más solvente y más regular en lo que va de temporada, sabe que a la hora de la verdad será carne de banquillo. Ni siquiera le ha servido de aval ser el jugador con más minutos en lo que va de temporada al haber tenido Zidane que tirar de él por las numerosas lesiones y sanciones que han impedido a menudo que Ramos, Varane y Vallejo estén disponibles. Nacho ya fue el ejecutor del PSG hace un par de temporadas en la fase de grupos con un gol de pícaro en una noche en la que le tocó entrar al campo para sustituir al lesionado Marcelo. Ese día era lateral izquierdo. A menudo es central. Y el día 14 será lateral derecho. Donde le pongan. Pero no se limitará a cumplir. Lo hará de notable alto para arriba. Esa es la gran injusticia con al canterano. Él no cumple (eso es ningunearle), él rinde a un nivel óptimo. No todos pueden decir lo mismo ahora en esta plantilla…

Todos los madridistas vieron en el Ciutat de Levante los inexplicables desajustes defensivos que permitieron al equipo granota meter dos goles en los que la estructura defensiva del vigente campeón de Europa y de Liga quedó retratada. Nacho estaba en el banquillo… Zidane debe mirárselo. Si Nacho sale airoso de la gran prueba de fuego que tendrá el Día de los Enamorados, defender a Neymar son palabras mayores, a ver con qué cara le explica al chaval que para el partido de vuelta en París (6 de marzo), cuando regrese Carvajal al once, le tocará otra vez ponerse el chándal y esperar. Mi apuesta está clara. Nacho de central fijo junto a Ramos. Y Varane, a esperar su turno. Pero me temo que sólo es un aspiración quimérica. Nacho no tiene el rol de ‘titularísimo’, por increíble que parezca.