McLaren y Honda, la vida sigue igual
Volvieron las carreras de Fórmula 1 tras el parón veraniego y la vida sigue igual. Mercedes arrasando y McLaren Honda instalada en la más absoluta de las miserias. Prometieron un nuevo motor para el GP de Bélgica y ahí estaba, pero con la impresión de que es casi peor que el anterior. Hablaba en Antena 3 antes de la competición Yasuhisha Arai, máximo responsable de la marca japonesa en el proyecto, y la sensación que dejó no puede ser más alarmante. Sin argumentos, sin realidades, sin concreciones. Sólo promesas, buenas intenciones y palabras vacías. Nadie parece asumir la magnitud del desastre, ni asume responsabilidades mientras el tiempo pasa y creo que la moral de Alonso (imagino que también la de Button) empieza a flaquear.
A mi entender, lo más grave en estos momentos no es tanto el ridículo espantoso que están protagonizando tanto la escudería como su proveedor. Hace mucho que dejamos de pensar en 2015 y ahora lo inquietante es que ya dudamos sobre la capacidad de esta sociedad para enderezar el rumbo cara al próximo año. Cada uno de sus pronósticos ha sido fallido, nunca han llegado las mejoras que adelantaban y la desorientación general es la tónica en las declaraciones de unos y otros. Ni el propio Alonso sabe qué decir, se coloca ante la Prensa intentando transmitir un optimismo que no existe, que no puede existir. Por eso ha llegado el momento de que alguien tome una decisión realmente efectiva, antes de que el caos sea irremediable.