Ferrari no acierta ni con el motor
Hacía Jaime Alguersuari, en su papel de comentarista de MovistarTV, una reflexión sobre la evolución de Williams en Austria: ningún equipo puede mejorar tanto en diez días basándose en la aerodinámica, así que un motor Mercedes más avanzado se antoja como la única explicación para el rendimiento de Bottas y Massa. La lectura de este análisis apunta claramente hacia la trascendencia que la ahora llamada unidad de potencia tiene en la Fórmula 1 híbrida; es decir, justo lo que durante tanto tiempo habían estado reclamando desde Ferrari: un campeonato de motores y no de aerodinámica. Pues ni por ésas, parece que esta tecnología combinada de propulsores térmicos y eléctricos tampoco es el punto fuerte de los ingenieros de Maranello.
Puede que lo que Ferrari necesite sea el regreso a los poderosos V10 de tiempos pasados. Pero como eso no va a ocurrir, deberían haberse puesto las pilas (permítanme un chascarrillo que viene al pelo) para crear un grupo motriz tan consistente como el de Mercedes. Ésa era su obligación, lo que deberían haber hecho durante un proceso de desarrollo de varios años (desde que se conoció la reglamentación que hoy está vigente) y evitar así que Kimi Raikkonen les respondiera ayer que le den más potencia cuando por radio le pidieron en carrera que rodara dos décimas más rápido… Un comentario con el sello del finlandés, siempre jocoso e imprevisible, pero que resume a la perfección la triste realidad de la escudería roja: otro año perdido por su propia incapacidad.